Hablemos de la historia de las vacunas. Desde épocas muy remotas de la humanidad, han existido cientos de microorganismos como los virus y las bacterias capaces de provocar procesos infecciosos y despertar el sistema inmunológico de seres vivos incluyendo a los animales.
Muchas veces esa respuesta inmune exagerada y perpetuada en el tiempo es la responsable de conllevar a la muerte en respuesta a un proceso infeccioso, lo cual será totalmente individualizado, por lo que la severidad de una infección entre un individuo y otro es muy distinta.
Es por ello que durante siglos se han hecho muchos estudios científicos para conseguir alguna sustancia que sea capaz de prevenir la exposición a ciertos microorganismos.
Es entonces cuando surgen las vacunas, para evitar poner en riesgo al organismo humano.
¿Qué es una Vacuna?
Una vacuna es una sustancia capaz de generar una respuesta inmunológica adquirida a través de anticuerpos contra un microorganismo en particular. Un anticuerpo es una sustancia producida por los linfocitos (glóbulo blanco) para atacar a un virus o bacteria que invada al organismo.
Desde los años 1700 se observó el inicio de lo que es la vacunación, a través de la ingestión del pus provocado por la viruela porcina que algunos individuos practicaban, lo cual les otorgaba cierta inmunidad contra la enfermedad y finalmente no la padecían.
Las vacunas están fabricadas a partir de la presencia de microorganismos responsables de provocar una determinada enfermedad infecciosa, los cuales pueden ser incluso similares al que la causa y una vez que ingresan en el cuerpo, producen estimulación de la inmunidad.
El origen de cada vacuna es distinto y se remonta a épocas pasadas en donde producto de grandes epidemias por enfermedades infecciosas, hubo la necesidad de crear éstas sustancias para evitar nuevas epidemias en las próximas generaciones.
¿Cómo Funcionan las Vacunas?
Las vacunas se fabrican a partir de microorganismos que han demostrado causar una infección en el organismo de humanos o animales. Estos microorganismos a través de una serie de procesos bioquímicos son administrados por distintas vías para desencadenar una respuesta inmunológica.
Cuando se produce esa respuesta inmunológica, el organismo crea una memoria contra el microorganismo presente en la vacuna, de manera que cuando ese individuo se expone nuevamente a él, su sistema inmune ya creó su propia defensa y entonces no ocurre infección.
Es por ello que a lo largo de tantos años, las vacunas se comienzan a administrar desde etapas muy tempranas de la vida y a aquellas poblaciones de riesgo para alguna infección, lo cual garantiza que desde muy jóvenes se desarrolle la inmunidad respectiva y se evite la infección.
La creación de las vacunas ha ameritado estudios epidemiológicos y poblacionales extensos durante años y a pesar de ciertas corrientes que están en contra de las vacunas, los resultados de su administración han sido muy satisfactorios.
¿Para qué Sirven las Vacunas?
La intención de aplicar una vacuna es evitar que al haber la exposición del organismo a un determinado virus o bacteria, se desencadene una respuesta inmunológica que ponga en riesgo la vida del individuo. Para ello la vacuna actúa de 2 maneras principalmente:
- Neutralizando al virus o bacteria justo antes de ingresar en el organismo, lo cual es posible gracias al reconocimiento de los anticuerpos que se crearon con la administración de la vacuna.
- Reconociendo y destruyendo a aquellas células que no pudieron defenderse frente al microorganismo, resultando infectadas y una vez que se eliminan, se evita la progresión así como la propagación de la infección.
De esta manera a lo largo de muchos años se ha logrado que ciertas enfermedades como la viruela y poliomielitis, permanezcan en la población y se han evitado brotes de contagio entre personas dado su alta capacidad de contagio y las severas consecuencias a largo plazo.
Esa es la razón por la que todas las naciones han adquirido un esquema de vacunación que es obligatorio para todos sus bebés, niños y adolescentes, basados en estadísticas mundiales y en el comportamiento de su población ante distintos brotes epidemiológicos.
Importancia de las Vacunas
En los últimos años se han creado una serie de disyuntivas en relación a la necesidad de aplicación de las vacunas, lo que ha llevado a que algunos sectores manifiesten estar en contra del respectivo esquema de vacunación alegando que no es necesario y que puede causar severos daños.
Sin embargo se ha comprobado que la aplicación de las vacunas, ha permitido descender la incidencia de ciertas enfermedades mortales como la poliomielitis, viruela, tétanos, rotavirus y muchas otras que en un momento determinado, causaron tantas muertes y secuelas a largo plazo.
Por lo tanto la vacunación es un asunto que va más allá de la obligatoriedad de un estado, pues es una responsabilidad que tienen los padres con sus hijos y con miembros de su comunidad para ofrecerles calidad de vida y evitar la aparición y expansión de ciertos brotes epidemiológicos.
Los esquemas de vacunación en general son los mismos pero varían entre una nación y otra, en relación al comportamiento de sus individuos frente a las epidemias, tal es el caso del virus de la influenza cuyas cepas varían anualmente entre un país y otro.
¿Cuáles Vacunas existen?
Existen múltiples enfermedades que se han podido ser combatidas a través de la administración de vacunas lo cual ha reducido considerablemente su incidencia e impacto sobre la población mundial.
A continuación mencionaremos algunas de las enfermedades que se evitan con la administración de vacunas:
- Difteria, Tos Ferina, Tétanos.
- Tuberculosis.
- Hepatitis B.
- Influenza.
- Virus como el rotavirus, VPH.
- Sarampión,
- Paperas.
- Rubeola.
- Varicela.
Más Vacunas
- Poliomielitis.
- Encefalitis japonesa.
- Neumonía.
- Gripe por Haemophilus influenzae tipo B.
- Hepatitis A.
- Infección por Neumococco.
Todas estas vacunas no están disponible en muchos países y muchas de ellas no se encuentran en el esquema de vacunación obligatorio, de modo que para ser adquiridas se debe disponer de recursos económicos debido al alto costo que pudieran tener en ciertas naciones.
Recientemente se descubrió la vacuna contra el VPH (Virus del Papiloma Humano), el cual incluye más de 200 tipos, muchos de los cuales se han asociado altamente con el cáncer de cuello uterino, y fue justamente lo que obligó al sistema de salud a crear una vacuna que evite su infección.
La vacuna contra el VPH no está incluida como obligatoria aun en los países y debe ser aplicada a partir de los 11 años de edad.
¿Cómo se Administran las vacunas?
El inicio de la vacunación como hemos descrito, abarca desde los años 1700 y desde entonces se incrementaron los estudios epidemiológicos y el impacto de las distintas enfermedades infecto contagiosas sobre los individuos.
De manera que los análisis bioquímicos han sido muy extensos, pudiendo establecer el mejor modo de la inoculación de microorganismos capaces de generar inmunidad adquirida y que termina siendo determinante en el control de las epidemias.
Es por ello que existen 3 mecanismos por los que es posible aplicar una vacuna:
1. Vía Oral
Es la administración de la vacuna a través de la mucosa de la boca, como lo es la vacuna contra la Poliomielitis.
2. Vía Intramuscular
Se aplica la vacuna sobre un músculo que en el caso de los bebés puede ser en el brazo o en la pierna. Se mantiene la sustancia durante un tiempo determinado y su liberación va provocando respuesta inmunológica progresiva.
Las vacunas contra la Hepatitis A, B, Neumococo, Meningococo, VPH, entre otras, se administran bajo esta modalidad.
3. Vía Subcutánea
Cuando la sustancia se aplica en el tejido celular subcutáneo como el caso de la vacuna contra la Fiebre Amarilla.
Tipos de Vacunas
Los microorganismos como los virus y las bacterias sufren un ciclo de vida que ha sido aprovechado por el hombre para la creación de las vacunas, lo cual es posible a través de su inactivación o atenuación del microorganismo que finalmente estimula al sistema inmunológico.
En función de ello existen 4 tipos fundamentales de vacunas:
a. Toxoides
Son compuestos tóxicos inactivados procedentes de microorganismos responsables de generar enfermedad en el huésped, más que el propio microorganismo como tal. Dentro de éste tipo de vacuna se encuentran la vacuna contra el tétanos y la difteria.
b. Inactivadas
Se produce a partir de ciertos procesos bioquímicos capaces de lesionar el microorganismo, sin que pierda su estructura, lo cual le permite estimular al sistema inmunológico sin que ataque al individuo y no puede reproducirse debido a su inactividad.
Algunas vacunas contra algunos tipos de gripe, la rabia y la hepatitis A, son fabricadas bajo ésta modalidad.
c. Vivas Atenuadas
Se crean con microorganismos que han sido atenuados, es decir se crean bajos procesos bioquímicos que les hace perder o disminuir su actividad patógena, de esta manera siguen vivos pero con mucha menor patogenicidad e igualmente estimulan el sistema inmunológico.
Las vacunas contra la fiebre amarilla, rubéola, paperas, varicela y sarampión son vacunas vivas atenuadas y se considera que su mecanismo de acción es mucho más duradero.
d. Subunidades, Polisacáridos y Recombinadas
Este tipo de vacuna está fabricada solo con una porción del microorganismo como su cápsula, proteínas o polisacáridos que igualmente producen una respuesta inmunológica altamente eficiente.
Dentro de las vacunas creadas bajo esta modalidad se encuentran la vacuna contra el VPH, Haemophylus influenzae del tipo B y virus de la Hepatitis B.
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