La poesía es una expresión literaria donde se manifiesta todo lo que siente y piensa el autor. Es una forma de homenajear el amor y a la persona amada. El autor puede combinar varios elementos de la poesía para crear obras que llegan al corazón.
Grandes autores contemporáneos han basado sus poemas en lo puro y misterioso del amor. La poesía es su forma de transmitir su mensaje de amor a la persona amada y reverenciarla o simplemente, manifestar su admiración al amor y todo lo referente a él.
El Amor como fuente de inspiración
La poesía es una forma de plasmar los sentimientos puros y sinceros y de inmortalizar el amor y a la persona amada. Cada verso es una muestra de lo que sale del corazón del poeta, de su inspiración.
Los temas subjetivos como el amor son la principal fuente de inspiración que ha movido a grandes poetas de la historia, quienes han expresado su admiración o su decepción hacia el romance. Manifiestan las dos caras del amor en un lenguaje retórico que conmueve al lector.
Los Mejores Poemas Cortos de Amor 💕
Numerosos poetas de renombre como Neruda, Benedetti, Rubén Darío, etc., han llegado al corazón de muchos lectores. Todos han tenido musas que han sido perpetradas en sus versos.
A continuación, se mostrarán 10 de los mejores poemas de amor cortos de grandes poetas de fama mundial.
①. CIEN SONETOS DE AMOR
(Autor: Pablo Neruda)
Desnuda eres tan simple como una de tus manos,
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente,
tienes líneas de luna, caminos de manzana,
desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda eres azul como la noche en Cuba,
tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
desnuda eres enorme y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.
Desnuda eres pequeña como una de tus uñas,
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo
como en un largo túnel de trajes y trabajos:
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.
En este poema, Neruda exalta la simetría de la desnudez de la mujer, comparándola con “una de sus uñas” por su forma curva y delicada, dos palabras que describen claramente el cuerpo de una mujer.
Pablo Neruda nació en Parral, Chile, el 12 de julio de 1904 y murió en Santiago de Chile, en 1973. Fue contemporáneo de Federico García Lorca, a quien conoció en Buenos Aires y en 1971, recibe el premio Nobel de literatura.
②. CARICIA
(Autor: Gabriela Mistral)
Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar…
Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijito
ni se le oye respirar…
Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar…
El estanque copia todo
lo que tú mirando estás;
pero tú en las niñas tienes
a tu hijo y nada más.
Los ojitos que me diste
me los tengo de gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar.
Estos versos de Gabriela Mistral (Chile, 1889- 1957, Nueva York) hacen homenaje a su madre, quien fue abandonada por el padre de Mistral cuando esta tenía apenas tres años. Pone de manifiesto que la caricia de una madre no se compara con nada.
③. DE AMOR, PUESTO ANTES EN SUJETO INDIGNO
(Autor: Sor Juana Inés de la Cruz)
Cuando mi error y tu vileza veo,
contemplo, Silvio, de mi amor errado,
cuán grave es la malicia del pecado,
cuán violenta la fuerza de un deseo.
A mi misma memoria apenas creo
que pudiese caber en mi cuidado
la última línea de lo despreciado,
el término final de un mal empleo.
Yo bien quisiera, cuando llego a verte,
viendo mi infame amor poder negarlo;
mas luego la razón justa me advierte
que sólo me remedia en publicarlo;
porque del gran delito de quererte
sólo es bastante pena confesarlo.
Este poema de Sor Juana Inés de la Cruz expresa el dolor y la decepción de la mujer traicionada por el hombre amado, después de haberle dado todo su ser. La mujer está pagando muy caro haberse enamorado de la persona equivocada.
Sor Juana siempre estuvo en defensa de la mujer contra el machismo de la época.
④. ENAMORARSE Y NO
(Autor: Mario Benedetti)
Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.
Benedetti expresa que cuando alguien está enamorado, todos los sentimientos negativos se transforman. Cambia la percepción de la vida, es como resucitar del miedo y la soledad.
⑤. MÍA
(Autor: Rubén Darío)
Mía: así te llamas.
¿Qué más harmonía?
Mía: luz del día;
mía: rosas, llamas.
¡Qué aroma derramas
en el alma mía
si sé que me amas!
¡Oh Mía! ¡Oh Mía!
Tu sexo fundiste
con mi sexo fuerte,
fundiendo dos bronces.
Yo triste, tú triste…
¿No has de ser entonces
mía hasta la muerte?
Rubén Darío manifiesta su deseo hacia la mujer amada y su pena al saber que ella se irá y no volverá a él, aunque la mujer también muestra tristeza.
⑥. EL ENAMORADO
(Autor: Jorge Luis Borges)
Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.
Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.
Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.
Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.
En este poema, Borges hace una alegoría con personajes de la mitología griega para expresar su deseo hacia la mujer que ama. En las dos primeras estrofas hace alusión a la transformación de la tristeza en alegría.
⑦. IDILIO
(Autor: Federico García Lorca)
Tú querías que yo te dijera
el secreto de la primavera.
Y yo soy para el secreto
lo mismo que es el abeto.
Árbol cuyos mil deditos
señalan mil caminitos.
Nunca te diré, amor mío,
por qué corre lento el río.
Pero pondré en mi voz estancada
el cielo ceniza de tu mirada.
¡Dame vueltas, morenita!
Ten cuidado con mis hojitas.
Dame más vueltas alrededor,
jugando a la noria del amor.
¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera,
el secreto de la primavera.
Este poema comienza con versos octosílabos y eneasílabos que hacen alusión a su amor por una mujer. La primavera representa la alegría de estar enamorado que no puede expresar.
⑧. ESCLAVA MÍA
(Autor: Pablo Neruda)
ESCLAVA mía, témeme. Ámame. Esclava mía!
Soy contigo el ocaso más vasto de mi cielo,
y en él despunta mi alma como una estrella fría.
Cuando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos.
Mi propio latigazo cae sobre mi vida.
Eres lo que está dentro de mí y está lejano.
Huyendo como un coro de nieblas perseguidas.
Junto a mí, pero dónde? Lejos, lo que está lejos.
Y lo que estando lejos bajo mis pies camina.
El eco de la voz más allá del silencio.
Y lo que en mi alma crece como el musgo en las ruinas.
Neruda expresa, a través de versos en su mayoría alejandrinos, el amor ferviente que lo esclaviza y le da sentido a su vida.
⑨. AMOR ETERNO
(Autor: Gustavo Adolfo Bécquer)
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Un poema corto donde el autor combina versos endecasílabos y decasílabos seguidos de un hexasílabo que aporta énfasis a lo que el poeta quiere expresar. Pero jamás en mi podrá apagarse La llama de tu amor. En esta última frase enfatiza que su amor es sincero y que nunca se acabará.
⑩. COPLA VIII
(Autor: Garcilaso de la Vega)
Nadie puede ser dichoso,
señora, ni desdichado,
sino que os haya mirado.
Porque la gloria de veros
en ese punto se quita
que se piensa en mereceros.
Así que, sin conoceros,
nadie puede ser dichoso,
señora, ni desdichado,
sino que os haya mirado.
Este poema de Garcilaso de la Vega está formado por versos octosílabos con rimas consonantes en orden libre que enfatizan el sentimiento de admiración hacia la mujer que reverencia.
El amor es el motor de la inspiración de la poesía desde tiempos remotos, teniendo como musa la figura de la mujer.