La adaptación es el proceso por el cual pasan las personas y las cosas con el fin de acoplarse a un nuevo lugar. También funciona cuando se habla de circunstancias distintas o ambientes que requieren un poco más de esfuerzo de lo habitual.
Aprender a desarrollar este concepto permitirá que las relaciones interpersonales sean más sanas, respetuosas y alcanzables, debido a que a pesar de que no se tenga total afinidad con un plan, es posible que los involucrados puedan sacarlo adelante.
Tipos de adaptación
1. Morfológica o estructural
Pertenece a esta categoría cuando hay variaciones en el cuerpo o masa de la especie biológica involucrada. Ello incluye adhesión o pérdida de miembros y hasta coloraciones distintas que se incorporan a la morfología propia del organismo.
2. De comportamiento o etológica
Los cambios de comportamiento son adaptados por los seres vivos y muy probablemente transmitidos a su descendencia. Pueden implicar muchos factores, como métodos de alimentación, técnicas de supervivencia y planes de cortejo entre los ejemplares.
3. Funcional o fisiológica
En este caso se habla de transformaciones a nivel interno, por lo que se incluyen enzimas, hormonas y funciones de los órganos vitales. Suelen estar influenciados por alteraciones que se desarrollan en el entorno del cuerpo vivo.
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Adaptación: Ejemplos
Más allá de la adaptación biológica, es normal que los seres humanos pongan en práctica el término en los quehaceres cotidianos, para poder desarrollar sus tareas conforme a lo establecido. Algunos ejemplos relacionados son:
1. Nuevo trabajo
Al llegar a ejercer funciones en un nuevo establecimiento comercial, hay muchas cosas que se desconocen y ello forma parte de la normalidad. Cuando se ingresa al personal, otros integrantes del equipo suelen apoyar al “nuevo” con sus propias experiencias.
Además de la disposición de los demás integrantes, es necesario que la persona tenga ganas de acoplarse a su nueva situación. La mejor forma es siendo amigable, prestarse a las novedades y abrir la mente para conocer los nuevos métodos, sin imponerse.
2. Clima distinto
Al viajar a un destino turístico es normal que se escoja el mejor hotel, un buen itinerario y guías de entera confianza. Sin embargo, hay cosas de un viaje que no se pueden preseleccionar y una de ellas es el clima de la zona.
Aunque es posible ver los pronósticos, muchas veces los cambios en las temperaturas y altitudes generan reacciones en el organismo. En plena llegada se puede sentir la diferencia, pero conforme avanza el tiempo, el cuerpo intenta apegarse a su nueva situación y trabajar de forma adecuada en su recuperación.
3. Accidente fatal
Si en un desafortunado accidente de tránsito, una persona gravemente herida debe ser amputada, su nueva vida estará llena de procesos adaptativos. Vivir sin una pierna, un brazo o algún órgano requiere de tiempo y paciencia para poder acostumbrarse.
Asimismo, es necesario lidiar con las situaciones del exterior, para que estas no se conviertan en limitantes para los avances físicos y psicológicos derivados del proceso.
4. Casas enrriquecidas
Conforme la gente avanza en edad, es posible que necesite un poco más de asistencia para poder desenvolverse con tranquilidad en espacios tan comunes como sus propias casas. Muchos proyectos de ingeniería y arquitectura han ideado aplicaciones para hacer más llevadero todo.
Las personas con discapacidades como falta de visión, problemas para caminar o demencia senil deben tener a la mano cualquiera de sus necesidades. El invitado que llegue a la locación, también debe hacer lo propio por respetar las condiciones y no incomodar al anfitrión.