El concepto de eficiencia, le atribuye al ser humano la capacidad de hacer más o mejor con menos, resultando un magnífico atributo.
Esta grandiosa habilidad que algunos poseen hace posible cumplir objetivos, utilizando el mínimo de recursos requeridos.
Dicho término suele ser muy utilizado en el ámbito profesional y laboral, aunque es aplicable en cualquier espacio de la vida, siendo posible confundirlo muchas veces con el concepto de eficacia.
Ahora bien, estos términos, si bien pueden ir de la mano haciendo un gran equipo, no significan lo mismo. Una persona puede ser eficiente y no eficaz, y/o viceversa.
Concepto de eficiencia y sus diferentes acepciones
La Real Academia Española (RAE), nos facilita el despliegue de esta definición, refiriéndose a ella como: “la capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado”.
No obstante, este término tiene, también, otras acepciones, que dependen del área en la cual se manifieste. A continuación se detallarán algunas.
- En la administración, por ejemplo, la eficiencia es la capacidad de alcanzar unas metas determinadas, haciendo uso de escasos recursos, en situaciones adversas o de gran competición.
- En economía, el término alude a la habilidad de una persona, o de un sistema económico, de alcanzar un alto nivel de producción, con los recursos disponibles, generalmente, limitados.
- Existen otras interesantes conceptualizaciones como la eficiencia deportiva, la cual es una técnica que incrementa el desempeño del deportista, mostrando un alto nivel de eficacia, y requiriendo un menor gasto energético.
¿Eficiencia es lo mismo que eficacia?
No. Como ya se mencionó anteriormente, estos términos pueden hacer una pareja de lujo, pero no significan lo mismo.
Contrario a la eficiencia, la eficacia es la capacidad de lograr un objetivo, independientemente de los recursos que se dispongan, inclusive, puede no utilizarlos.
Una persona eficiente, evidentemente, es eficaz, porque cumple su objetivo, pero una persona eficaz no, necesariamente, es eficiente. A continuación, dos claras diferencias.
1. Utilización de los recursos disponibles
La persona eficiente, consigue la meta que se ha propuesto, utilizando la menor cantidad de recursos disponibles; lo que implica una mayor optimización del trabajo.
En cambio, una persona eficaz si bien cumple el objetivo con lo que tiene a su disposición, no hace uso racional de los recursos, pues sólo le interesa alcanzar los resultados deseados.
2. Productividad vs Rentabilidad
Cabe destacar que ambos aspectos son de gran importancia para empresas y organizaciones, y lo ideal es que puedan contar con ambos en sus filas.
No obstante, si de diferencias hablamos, es necesario resaltar que si con la eficacia se consigue un alto nivel de productividad, con la eficiencia se obtiene, además, rentabilidad.
Por ello, a la hora de que dos trabajadores, uno eficaz y uno eficiente, deban competir, éste último saldrá victorioso. La eficiencia reduce costos, y aumenta el margen de ganancia.
3. Proceso vs Objetivo
La eficiencia analiza el proceso que le va a permitir lograr los objetivos planteados, en el menor tiempo posible. Por ejemplo.
La eficacia, en cambio, sólo se enfoca en los resultados que desea obtener, sin tomar mucho en consideración, cómo los va a conseguir.
Eficiencia según algunos autores
A modo de complementar el concepto de eficiencia esta frases informativas de autores, precisan otras características el término
Robbins y Coulter, dicen:
“Eficiencia es obtener los mayores resultados con la más mínima inversión”.
Y, Simón Andrade, por su parte, la define como:
“La capacidad o cualidad de actuación de un sistema o sujeto económico, para cumplir objetivos determinados, minimizando el empleo de recursos”