La diligencia es una virtud del ser humano que hace que las cosas sean realizadas con eficacia, responsabilidad y rapidez. Es una cualidad aplaudida por muchos en cuanto a actividades laborales, académicas o personales.
El término deriva del latín “diligere”, que se relaciona con el significado de amar. Pero más que afecto, conlleva ser minucioso, tener respeto y perseguir el propósito de obtener resultados, que generen una satisfacción al otro y a la persona que lidera el proceso.
Ser una persona diligente también contempla el hecho de que la tarea asignada se haga con la voluntad de que todo salga bien y con una buena actitud ante todo. Es una especie de muestra de dedicación.
En otro orden de ideas, este concepto se utiliza para referirse a un trámite, solicitud o tarea administrativa.
Otro enfoque de la palabra diligencia
El concepto también se utiliza para referirse a un medio de transporte que se utilizaba en el pasado. Con el tiempo ha quedado descontinuado, pero en su época era muy popular y necesario para la movilización.
De manera específica, se llama así al coche que era arrastrado por los animales, como caballos, y servía a las personas para moverse entre distancias más largas. Este era un método de carga de pasajeros.
Ejemplos de diligencia
1. Trámites
Para la legalización de un documento o autenticación de algún trámite normalmente hay que diligenciar varias acciones, como ir al registro, hablar con funcionarios, pagar aranceles, canalizar las firmas y retirar los folios en los días que sea necesario.
Lo más prudente es que se acuda a un asesor administrativo o abogado para que brinde toda la orientación necesaria sobre los procedimientos que se deban seguir para lograr el objetivo deseado con celeridad.
2. Acción de una persona colaboradora
Se dice que una persona ha actuado de manera diligente cuando ha estado presta a hacer todo lo posible para que algo se dé de la mejor forma y en el menor tiempo posible.
La colaboración y dedicación para conseguir un fin son valores importantes para la realización de cualquier tarea.
Cabe destacar que en los tiempos actuales, esto no siempre tiene que ver con la vinculación personal. En el ámbito profesional, también es muy bien visto porque las acciones de cualquier área se pueden desarrollar de forma eficaz.
3. Tarea asignada
El líder de una organización puede asignar a uno de sus empleados el desarrollo de un trámite o una tarea especial de acuerdo a sus funciones.
Al terminar con esa labor, la persona debe entregar cuentas a su superior y esperar el dictamen de un nuevo propósito en razón del cual se debe trabajar.
4. Ámbito escolar
Los padres de familia tienen una actuación en la vida escolar de sus hijos, que puede ser ausente o muy diligente, según la colaboración que presten al recinto educativo.
Ello implica que vayan en las fechas especiales, lleven los materiales que se les pida, asistan a las juntas de representantes y se mantengan en sintonía con lo que sucede en la educación de sus pequeños.
5. Agencias
Cuando una familia se va de vacaciones y prefiere evitar los trámites o contratiempos recurre a los servicios de una agencia de viaje, que se encargue de poner todo al día.
El trabajo de estas personas es hacer todas las tareas correspondientes al itinerario y liberar de esa carga a los viajeros, quienes solo se encargarán de disfrutar del paseo.