La membrana celular es una estructura encargada de recubrir toda la célula, creando una barrera fronteriza entre el medio externo e interno.
Por lo tanto, posee diversos sinónimos como membrana citoplasmática, plasmática o plasmalema, de igual forma, tiene distintos nombres con iguales funciones.
A su vez, este es uno de los componentes biológicos que diferencia de los organismos procariotas, ya que, solo aparecen dentro de los seres eucariotas.
Partiendo de lo anterior, detallaremos ¿qué es la membrana celular?, además de las funciones que ejercen esta relevante estructura de los seres vivos.
¿Qué es la membrana celular?
Es una estructura en forma de capa que cuenta con dos caras compuesta de sustancias lipídicas, agua y otros componentes moleculares que rodean la célula.
Por consiguiente, cada grupo celular de los eucariotas como los seres humanos, animales y algunas bacterias), poseen una doble cubierta que contiene otras estructuras.
Sin embargo, en algunas ocasiones, se tiende a confundir con la pared celular, la cual, son dos estructuras totalmente distintas, aunque muy unidas.
¿Cómo está compuesta la membrana celular?
Partiendo de la definición, podemos encontrar que la membrana plasmática, posee un amplio contenido de sustancias entrelazadas con funciones distintas.
Con respecto a la composición, dicha membrana posee fosfolípidos, colesterol, proteínas integrales, carbohidratos, glúcidos y agua.
Aunque, existen diversos postulados que detallan la composición del citoplasma como el mosaico, fluido y modelo integral.
Por lo tanto, la gran mayoría de los componentes que se encuentran en el citoplasma comprende colesterol, proteínas y en menor proporción, glúcidos y agua.
Dichos componentes forman una bicapa de lípidos, que permiten la adhesión de células y el transporte de sustancias hacia otros tejidos del organismo.
Funciones de la membrana plasmática
Esta estructura celular cuenta con múltiples funciones, las cuales, realizan cada componente integrado de la membrana plasmática.
En el caso de las proteínas integrales, realizan las funciones de transportar sustancias, entrando por la capa de fosfolípidos e integrando el equilibrio del medio.
Sin embargo, algunas proteínas tienen propiedades hidrofóbicas, es decir, no reaccionan con el agua y ejercen una función antagonista al vital líquido.
Con respecto a los fosfolípidos, tienen una doble función (hidrofílicas e hidrofóbicas), según los extremos de su estructura celular.
Por lo tanto, los fosfolípidos y el colesterol mantienen la estabilidad de la membrana, permitiendo que las demás funciones se realicen sin ninguna alteración.
Otras funciones del citoplasma
A su vez, para que ocurra el intercambio de sustancias que entran y salen al interior de la célula, debe existir un constante equilibrio interno.
Dicho equilibrio se le conoce como ‘ósmosis’, las cuales comprenden el movimiento que realiza una sustancia disolvente o acuosa en medio de una membrana.
Por consiguiente, la membrana plasmática tiene una permeabilidad estable o selectiva, lo que significa, la facilidad que las moléculas interactúen en un medio acuoso.
Posteriormente, la permeabilidad de la membrana es característica de la doble capa lipídica de esta estructura celular, que dependerá de las sustancias presentes.
Seguidamente, el paso de las sustancias y las moléculas integrales son permisivos, debido a la fuerza o gradiente de concentración y la temperatura externa.
Diferencias de la pared celular y la membrana
Como mencionamos anteriormente, la pared celular y la membrana plasmática son dos estructuras con funciones netamente distintas.
En el caso de la pared celular, se encuentra situada en el exterior del citoplasma de los organismos vivos.
Dicha estructura le confiere protección a la célula y además, tiene propiedades rígidas que evita la asimetría de los demás compuestos celulares.
Por el contrario, la membrana plasmática se encuentra dentro de la célula, ejerciendo de transporte a otras sustancias, participando en la ósmosis celular.
Con respecto a la envoltura, los glúcidos, proteínas y fosfolípidos integran dicha membrana, facilitando las funciones reguladoras dentro del organismo.