La expectativa es un sinónimo de esperanza, la visión de que las cosas se concretarán a futuro según los deseos personales. Las mismas pueden darse en el trabajo, el amor, los negocios, los estudios y en todos los ámbitos de la vida.
Las expectativas de una persona están presentes en la cotidianidad. Se crea una visión del futuro sin pensar en las eventualidades que puedan surgir.
Hacerse expectativas tiene un ángulo positivo, pero también tiene uno negativo. Ya que, si las cosas no salen como las esperamos, tendemos a frustrarnos.
¿Por qué se crean expectativas?
El ser humano siempre tiene planes para su vida, este siempre busca que todo lo que desea salga idéntico a como lo proyecta en su mente a tal punto de darlo por sentado. Ejemplo:
- En el trabajo se tienen expectativas de un pronto ascenso y un sueldo envidiable.
- En el amor se tienen expectativas de una relación feliz y perfecta.
El cumplimiento de estas expectativas dependerá de cuánto se trabaje para ello y de cuán realistas puedan ser.
Ejemplos de expectativas
Las expectativas son parte del pensamiento humano. Estos son algunos ejemplos muy comunes:
1. Expectativas de un estudiante
Una joven empieza su carrera de psicología en la universidad. Sus expectativas son graduarse con honores y ser una psicóloga reconocida que gane mucho dinero.
Pero la realidad es que tendrá dificultades en la carrera y se dará cuenta que no es lo suyo, por lo que terminará abandonandola.
2. Expectativa en el trabajo
Un hombre brillante encuentra trabajo en una empresa de renombre. Su expectativa es ganar un sueldo mayor al de sus amigos y obtener un cargo alto en poco tiempo.
Sin embargo, su realidad será que su sueldo no le bastará para cubrir todos sus gastos, pues solo será un empleado de la parte administrativa, y para obtener un cargo alto necesitará muchos años de dedicación.
3. Expectativa en el amor
Una pareja joven está a punto de casarse. Su expectativa es tener un matrimonio feliz y armonioso como en los cuentos de hadas.
La realidad será que luego de varios meses de casados, empezarán los conflictos. La madre del hombre le hará la vida imposible a la mujer. Surgirán los problemas económicos y las infidelidades.
¿Son malas las expectativas?
Las expectativas son solo conceptos virtuales de cómo serán los resultados de lo que se proyecta. No hay certeza de que todo vaya a suceder como se tiene planeado.
Lo negativo es cuando esas expectativas se aceptan como un hecho verídico, pues al no ser así y ver la realidad, se cae en la frustración pues no sé acepta la realidad.
Es importante hacerse expectativas realistas, que sean acordes con la realidad que se vive. La vida no es un camino recto pues siempre puede haber desvíos y las cosas no siempre tienen que darse como se espera.
También hay que tener en cuenta que si no se trabaja duro para conseguir lo que se desea, no se puede esperar que salga como se tiene proyectado. Las expectativas son como plantas que hay que regar para que crezcan.
Para terminar, esta cita de José Saramago:
“Las expectativas hacen algo más que anular las sorpresas, embotan las emociones, las banalizan, todo lo que se deseaba o temía ya había sido vivido mientras se deseó o temió.”