Aquí te presentamos los aspectos más importantes sobre el significado de prólogo, siendo que el mismo resulta ser una parte crucial de cualquier tipo de obra literaria.
Un prólogo forma parte fundamental de la creación de un libro, ya que es aquello que brinda al lector un preámbulo que lo pone en contexto sobre el contenido.
Qué es un prólogo: Significado
Es un pequeño texto que se encuentra al comienzo de un libro, bien se trate de una novela u otro tipo de literatura.
Su función principal es servir de introducción al lector, de modo que éste pueda tener una especie de abre boca antes de comenzar a explorar el libro persé.
Por lo general, el autor de la obra suele escribir su propio prólogo. Sin embargo, es común también que otro autor, o persona relevante, escriba el prólogo de este libro.
Cuando otra persona, que no es el mismo autor de la obra, escribe el prólogo para ésta, generalmente es alguien que tiene cierto nivel social o cierta alta posición.
Puede llegar a tratarse de un autor reconocido, un periodista renombrado, o alguien que tuvo mucha cercanía con el autor o con su proyecto cuando la obra estaba siendo escrita.
Etimología de la palabra prólogo
Al estudiar la etimología de prólogo, podemos notar que ésta nos brinda mucho conocimiento al respecto del significado de esta palabra tan peculiar.
La palabra “prólogo” en español, tiene raíz en el griego antiguo, viene de la palabra “prólogos” (πρόλογος).
“Prólogos”, en griego antiguo, se desglosa en dos palabras, el prefijo “pro–” y el sustantivo “–logos”.
El sufijo pro– puede ser interpretado en español como “antes”, o igualmente válido como “a favor de…”. El significado de éste, dependerá siempre del contexto en que se fije.
Por su parte, tenemos entonces que el sustantivo –logos puede interpretarse en español como varias cosas, entre ellas, “palabra, obra, discurso, estudio, tratado”, entre otros.
Por ello, podemos deducir por lógica que la palabra prólogo, quiere decir etimológicamente “antes de la palabra”, o “antes de la obra”, siendo estas las más adecuadas para este contexto.
Características de un prólogo
La mejor forma de saber cómo escribir un prólogo, es nutriendo nuestra mente con las características en base a las cuales este mismo deber ser realizado para ser exitoso.
Conocer cuáles son las características de un prólogo nos puede brindar una gran ventaja en relación al desarrollo del mismo, a la hora de tener que escribir tal texto literario.
Las características principales de un prólogo, son aquellas que se convierten en la base que compone a este tipo de textos, por lo que es necesario conocerlas para identificarlos rápidamente.
A continuación, te hablaremos un poco en referencia a cuáles son algunas de las características que componen al prólogo.
1. Están al comienzo de la obra
La principal característica que define a los prólogos, es el hecho de que estos textos siempre se encuentran justo al comienzo de la obra en cuestión.
De hecho, esto es a razón de que los prólogos deben servir como una especie de introducción para la persona que leerá la obra literaria.
Por lo tanto, el hecho de que este escrito se encuentre previo al inicio de la obre, es un requerimiento inamovible que un prólogo debe siempre cumplir.
2. Autoría definida
El autor es aquella persona que es la responsable de crear alguna obra. Algo resaltante del prólogo es que el mismo siempre debe tener una autoría firmada.
Es común que el prólogo sea escrito por el mismo autor que ha realizado el resto de la obra que nos ocupa. Sin embargo, este no siempre es el caso.
Ocasionalmente, es común ver también que sea otra la persona que escribe el prólogo, totalmente ajeno a quien escribe la obra en sí.
3. Brevedad
Cuando un prólogo está debidamente bien concretado, el mismo cumple con la cualidad de poseer una longitud verdaderamente breve, pero sin llegar a ser escasa.
Veámoslo de este modo, que el mismo es una especie de resumen. Por lo tanto, como bien sabemos, un resumen se caracteriza primordialmente por ser de carácter corto, breve y conciso, capaz de ilustrar a su lector con solo unas pocas palabras.
Del mismo modo debe ser realizado nuestro prólogo, breve, conciso y acertado, de modo que no resulte aburrido para el lector por su longitud extensa, y sirva de introducción rápida.
4. Textos libres
Finalmente, tenemos que los prólogos son textos libres, por lo que la forma en que se redactan no tienen una estructura.
Pueden presentarse como de forma ensayística, narrativa, como crónicas, etc.