El capital es una de los elementos más importantes que conforma la contabilidad porque esta representa directamente los estados patrimoniales reales de la empresa. Es decir, representa todos los recursos con los que cuenta una organización o particular pudiendo ser: maquinaria, propiedades, terrenos, dinero líquido etc.
El capital se encuentra conformado por muchos tipos, siendo uno de los más destacados el capital circulante. Ahora bien, exactamente ¿qué es el capital circulante?
Definición del Capital Circulante
El capital circulante se le denomina de tal forma porque está comprendido por todos aquellos insumos y materias que son incorporadas en el proceso de fabricación del producto final.
Es decir, el capital circulante no se mantiene igual o fijo si no que se transforma para producir un bien, que será destinado a la venta o alquiler en el mercado y que supone con esto generar un ingreso económico.
Entonces, el capital circulante es la base para generar los activos líquidos (bienes que se intercambian por dinero en un corto plazo). Un ejemplo de ello, pueden ser: los combustibles y las materias primas, estos elementos son los principales representantes del capital circulante.
Fórmula para calcular el Capital Circulante
Para conocer el capital circulante en una compañía se debe seguir la siguiente fórmula contable:
Fórmula:
CC=AC-PC
Dónde:
CC: Capital circulante
AC: Activos corrientes: (conformado por cuentas por cobrar, dinero líquido, valores negociables)
PC: Pasivos Corrientes: (Lo conforman las deudas, gastos y cuentas que se deben pagar)
Capital circulante = Activo Corriente – Pasivos Corriente
La resta entre estos dos elementos, dará un resultado que será el capital circulante.
Capital Circulante como fondo de Maniobra
El fondo de maniobra esta conformado por parte del activo circulante que financia todos los recursos fijos (ingresos, cuentas a pagar, etc.) Es una medida que tiene como fin continuar con el normal desarrollo de la empresa en un corto periodo.
a. Principio de prudencia financiera
Los inversionistas que poseen una empresa deben prever su financiamiento y su mantenimiento a largo plazo debido a que están en juego los activos que representan su patrimonio.
De manera tal, que manteniendo un adecuado balance entre el tiempo que se mantienen en uso los diferentes bienes de una empresa tales como: maquinarias, edificaciones, inmobiliarios etc., es decir las herramientas de trabajo y el tiempo en que se pagarán los intereses del financiamiento de la conservación de estos activos deben guardar un justo equilibrio para que de esta manera el principio conocido como prudencia financiera sea viable.
b. Principio de fondo de maniobra
Este principio tiene como norma que el activo corriente sea de mayor cuantía que el pasivo corriente, porque de esta manera se le suministra a la empresa un margen de seguridad en caso de que haya una perdida por manejos inadecuados o por falta de recursos.
En este caso, la empresa es protegida con este principio, pues está obligada a financiar parte del activo corriente y todo el activo no corriente. Esto se hace con la finalidad de crear un fondo de defensa en caso de que algún cliente no pueda pagar y la empresa quede afectada en su imagen y trayectoria.
c. Fondo de maniobra negativo
Para analizar si el fondo de maniobra es negativo se debe tomar como punto referencial el tipo de empresa, pues en algunas como las de servicios cuentan con un capital más de índole comercial que de índole circulante, debido a que sus proveedores cobran a largo plazo.
En cambio, en empresas como las de producción, que tengan negatividad en su Fondo de maniobra se requiere que sus proveedores tomen medidas urgentes para aumentar el circulante como por ejemplo: vender parte de sus activos o endeudarse para de esta manera recuperar el desenvolvimiento normal del negocio.
Para concluir, debemos acotar que el manejo de una empresa debe estar ajustado a los preceptos del capital circulante para su óptimo rendimiento.