Depreciación
No hay duda de que cuando se adquieren algunos bienes materiales tales como vehículos, maquinarias, artefactos eléctricos, mobiliarios etc., son mucho más costosos aquellos que nunca han sido utilizados antes (bienes nuevos) que los que ya tienen una trayectoria de uso, conocidos normalmente como de “segunda mano”.
Esto se debe a que, al ser usados anteriormente han acumulado desgaste y por lo tanto, su vida útil es menor. Este hecho genera que se cotice a menor precio en el mercado.
A este desgaste normal acumulado se le denomina depreciación contable, y mediante algunos métodos y fórmulas se puede lograr calcular el valor del bien.
Definición de la Depreciación
En contabilidad se conoce a la depreciación como la pérdida de valor constante de un bien o activo fijo, ello es debido al paso del tiempo, al uso y al envejecimiento normal.
La depreciación permite dar un valor real del bien desgastado en cualquier momento de su vida útil. De modo, que es importante tomar en consideración lo siguiente:
Contabilizar los bienes que se deprecian en una empresa es vital y hasta requerido por las regulaciones de contabilidad internacional. Ya que de no hacerse, se estaría obviando información importante en cuanto a los estados patrimoniales anuales de la empresa. Este hecho, podría acarrear sanciones y multas de parte del estado o demandas de los inversionistas.
Calcular el valor real del desgaste de un activo no es tarea fácil. Es por ello que en las empresas se debe analizar con bastante cautela y rigurosidad la depreciación de un activo (por ejemplo un edificio), ya que un error de cálculo podría desestabilizar el balance general de la organización, haciendo que la empresa pierda una gran suma de dinero en caso de que llegara a vender o a traspasar el activo.
Dependiendo de la naturaleza del bien, algunas características influyen para calcular su valor. En el caso de los vehículos, los kilómetros recorridos, la fecha de adquisición, el estado de las piezas internas, las revisiones por parte de mecánicos, incluso hasta el color y la marca del carro, accidentes ocasionados etc. afectan su valor.
Formas de contabilizar la depreciación de un activo
Algunas de las formas para calcular la depreciación son las siguientes:
a. Depreciación de línea directa:
Este método es el más sencillo de calcular y establece que el activo pierde el mismo valor anualmente.
De modo, que para obtener un resultado sólo se debe dividir el precio del bien entre su vida útil. Por ejemplo: si una maquina costó 10.000$ y tiene una vida útil de 10 años, entonces su depreciación sería de 1000 por año.
b. Depreciación mediante su producción:
A diferencia del método anterior, este establece que el activo se deprecia dependiendo de la cantidad del uso que se le haya dado en un periodo de un año. Por ejemplo, dos maquinarias fueron compradas el mismo año. Maquinaria (a) y (b).
La maquinaria (a) produjo 10000 kilos de azúcar y la (b) sólo 1000. En este ejemplo, podemos aseverar que la maquinaria (a) tiene una cuota de depreciación mayor, y por tal motivo tiene menor valor que la maquinaria (b).
c. Depreciación De suma:
Consiste en calcular la pérdida del activo a una mayor cuota, durante el inicio de vida funcional del bien. Para su cómputo se divide los años de vida que se estima durara el bien por los años que tiene en ese momento, luego se multiplica por la suma a depreciar.
d. Depreciación Descendiente:
Este método consiste en que las cuotas a depreciar sean más elevadas a inicios de la vida útil del bien, para que luego estas vayan decreciendo. Esto se hace con la intención de que el activo sea más eficiente durante los primeros años de vida.
Para concluir es importante mencionar, que se debe contabilizar las depreciaciones de los activos en una organización, negocio o empresa cada año, porque esto brinda información certera del valor real de los bienes, y por lo tanto, a la hora de un problema de liquidez, estos activos puedan ser vendidos a un precio justo.