Definición de compromiso
Se conoce como compromiso a la obligación o deber adquirido, tras la palabra dada. El término compromiso proviene del latín “compromissum”. El diccionario REA, ha descrito este vocablo como “obligación contraída”, de ahí es donde comienza el significado de “promesa de matrimonio”.
Además, también es común utilizar esta palabra, para poder manifestar una situación engorrosa, difícil e incómoda de manejar. Por ejemplo: “Tengo que cumplir ese compromiso y no quiero ir hacia ese lugar”.
En otras palabras, este concepto funciona cuando un individuo se encuentra “en deuda” con algo o alguien y necesita cumplir con sus responsabilidades (con aquello que le han solicitado). De este modo, se podrá proyectar y evolucionar de forma correcta logrando sacar adelante un propósito.
Vale la pena señalar que, para que haya un compromiso es indispensable que exista previamente un conocimiento. O sea, no podemos estar comprometidos en efectuar algo, si desconocemos los aspectos de esa obligación que suponemos hacer.
Sin embargo, se considera que un individuo se encuentra comprometido, cuando un proyecto actúa en pos de conseguir objetivos por encima de la expectativa.
Algunos de los antónimos de esta palabra son: previsión, desacuerdo, facilidad, disculpa, etc.
Tipos de compromiso
Todas nuestras responsabilidades van más allá de las acciones individuales que efectuamos a lo largo de nuestras vidas. Por esa razón, es esencial conocer los ámbitos que envuelven al compromiso, consiguiendo resultados totalmente eficaces, tanto individualmente como socialmente.
Ahora bien, entre los diferentes compromisos podemos clasificar:
- Compromiso consigo mismo.
- Compromiso profesional o laboral.
- Compromiso social.
- Compromiso familiar.
- Compromiso moral.
- Compromiso con la fe.
El compromiso entre sociedad ¿Por qué es tan importante?
Este término puede utilizarse para varios contextos, por ejemplo: El campo laboral, el entorno social, las relaciones de pareja, etc. En realizad, el concepto de compromiso, sirve para aplicarlo todos los días de nuestras vidas.
Hoy en día, la palabra compromiso es asociada automáticamente entre las personas como una proposición o promesa matrimonial.
Se adquiere este tipo de compromisos, cuando los futuros esposos contraen matrimonio en un futuro, logrando obtener la responsabilidad de cuidar y además, proteger todos los aspectos de la unión sentimental, respetando al compañero (a), estando en las malas y buenas, manteniendo siempre las llamas del amor con la persona que ha decidido contraer nupcias.
Normalmente, un compromiso es visto ante los ojos de la sociedad, como una promesa o manifestación de principios. Tal y como por ejemplo: Cuando un ciudadano asume un cargo político y declara a sus seguidores: “Mi compromiso será solucionar todos los problemas sociales que existen en el pueblo”.
En el entorno familiar, también se puede visualizar los diferentes tipos de compromisos: Quienes deciden ser padres y obtienen el compromiso principal de educar, amar y guiar a sus hijos. Igualmente, están los hijos, quienes tienen el compromiso de respetar y obedecer a sus progenitores en todo aquello que exigen por su bien.
Por su parte, en el entorno laboral, los trabajadores toman el compromiso emocional, intelectual y físico para conseguir éxito en el cargo que representa para la empresa. Pero, a su vez, los jefes deben de adquirir el compromiso de brindarle resguardo, seguridad, satisfacción y un buen salario.
Además, en el ámbito de derecho, el compromiso forma parte elemental en los contratos legales. Por eso, se establecen y estipulan en los documentos para que ambas partes puedan cumplir. De no consumarse.
Compromiso: Un valor esencial en la vida del ser humano
Actualmente, el compromiso se ha convertido en un valor moral de bastante importancia para los individuos. Ya que, permite a la persona conseguir las metas u objetivos establecidos, consiguiendo posteriormente triunfo entre ellos y atrayendo la felicidad plena.
Habitualmente, el compromiso hace que la mente del ser humano trabaje constantemente para alcanzar todo aquello que se proponga, aprendiendo a superar los tropiezos u obstáculos que se atraviesen por el camino. De hecho, lo más importante de adquirir los logros, es cumplir con el compromiso adquirido, sin olvidar las otras obligaciones.
Un compromiso, puede ser utilizado como un convenio, en el cual, ambas partes se sienta obligada a cumplir. Por eso, hoy en día, este concepto es usado para determinar un contrato que no requiere ser escrito.
En definitiva, el compromiso como valor, es aquel que siempre tiene que existir conjuntamente con otros valores para conseguir todo lo que se proponga una persona. Es decir, el compromiso nos permite llevar la vida que deseamos unificándola con la voluntad que cada uno poseemos para cumplir nuestros propósitos.
¿Puedo ser una persona comprometida?
La exigencia y la obligación, son pilares fundamentales que nos ayudan a ser una persona comprometida.
De hecho, cuando comenzamos a actuar teniendo con base estos parámetros, toda nuestra motivación baja y en seguida, dejamos a un lado de actuar tan naturalmente, porque vemos que dichas imposiciones diarias (que antes no deseábamos hacer), ahora lo logramos ejecutar con más facilidad.
En ocasiones, muchísimas personas huyen de los compromisos, bien sea: Personales, laborales y sociales, etc. A veces, asumir estas responsabilidades es una carga difícil de controlar y cumplir. Sin embargo y ya para finalizar, es importante que todos tengamos y apliquemos, este valor moral en nuestro día a día.