Todos los seres humanos albergamos un inmenso poder creador en nuestro interior, el mismo se nutre y fortalece gracias a la capacidad de imaginar que posee el cerebro. Dando origen también a la invención y materialización de aquellas ideas que inicialmente parecían imposibles.
En el cerebro humano, se desarrollan todos los procesos y actividades necesarias para que el hombre pueda desenvolverse en un ámbito tan complejo como la vida. Dentro del mismo, también se originan diversas funciones, que resultan ser las responsables de varias y asombrosas capacidades mentales, como lo son el pensamiento, la inteligencia, la imaginación y la creatividad.
Para precisar la definición de la creatividad, habrá que exponer ciertos aspectos característicos de la biología humana. Se ha demostrado con diferentes estudios, la capacidad programadora y de creación que tiene el cerebro, esto por las interesantes estructuras que lo componen.
Origen de la Imaginación
Con el paso de los años, la neurociencia ha revelado grandes descubrimientos científicos con relación a la conducta y las habilidades humanas. Lo anterior, siempre asociado a la segregación de la química cerebral compuesta por los llamados neurotransmisores, ya que estos, son los responsables principales de los procesos mentales con mayor relevancia psíquica y social.
En concordancia con lo expuesto en el párrafo anterior, es importante mencionar que, las sustancias bioquímicas conocidas como dopamina y serotonina juegan una función protagónica en este proceso. Esto debido a que, las personas con mayor capacidad creativa e imaginativa, muestran una segregación equivalente de ambos químicos en una escala superior a la normal.
La evidencia de lo anterior, se manifiesta en los postulados de Mac Lean y Papez en el año 1977 cuando expusieron el famoso fenómeno denominado “el tres en uno” conocido en el presente como el cerebro triuno.
Ahora bien, este hallazgo, admitía que el cerebro humano se encontraba fragmentado en tres sistemas, nombrados como: sistema reptil, sistema límbico y sistema neocórtex. Cada uno con responsabilidades biológicas distintas, las cuales se juntan para trabajar de manera integrada, generando así la conformación de los aspectos conductuales ligados a la personalidad.
En este sentido, se piensa que la imaginación se desarrolla dentro del sistema límbico, específicamente en el hemisferio derecho del cerebro y en unión con la neocorteza humana. Siendo estos, los responsables de todos los procesos mentales asociados a la creación, la emoción, el pensamiento, la síntesis y la lógica humana.
Significado de Imaginación
La real academia española, concibe los orígenes etimológicos de la palabra creatividad, en el término proveniente del latín “creare” entendido en el castellano como engendrar o producir. Así mismo, también se asocia a la palabra latina “crescere” interpretada como crecer.
Por otra parte, un aspecto interesante sobre este concepto se halla en la biblia, específicamente en el Génesis del Antiguo Testamento. Donde dice “Dios creó al cielo y a la tierra de la nada” permitiendo comprender que la creatividad es producir aquello que no existe desde la nada.
En este sentido, la creatividad es el resultado del proceso imaginativo, donde intervienen elementos como la experiencia, el conocimiento, la memoria y el aprendizaje. Los cuales combinados dan origen a la innovación, la invención, novedad y originalidad.
La Creatividad y la Imaginación
La creatividad y la imaginación son conceptos coligados, aunque no representan lo mismo, uno es la consecuencia del otro. Ya que la creatividad, puede también ser precisada como, la capacidad que posee el hombre de materializar de forma física los contenidos mentales originados como producto de la imaginación.
¿Cómo Estimular la Creatividad?
La mente es el musculo más poderoso del cuerpo, o por lo menos así funciona, ya que al ser ejercitado genera mayores beneficios. Es por ello, que fortalecer los procesos mentales relacionados a la creatividad, resulta ser muy eficaz para el desarrollo mental del hombre, aquí se recomiendan algunas formas para estimular dicha capacidad.
- Inspírate haciendo actividades placenteras. Trabajar en lo que se ama favorece el humor creativo dejando fluir las ideas.
- Observa atentamente el entorno, apreciando cada maravillosa cosa que lo conforma. Puede ser el empujón ideal para gestar ideas nuevas, de acuerdo a las necesidades presentes.
- Escribe notas de las ocurrencias imaginadas, esto colaborará con el proceso creativo desarrollando y registrando mejor cada elemento de las ideas a desplegar.
- Investiga, leer e indagar favorece el conocimiento y a mayor capacidad cognoscitiva, el proceso creativo se vuelve más rico y profundo.
- Comparte tus ideas y escucha nuevos puntos de vista, en ocasiones “dos cabezas crean mejor que una”.
- Deja que la intuición sea tu guía, eso favorecerá el flujo emocional y la dinámica creativa florecerá.
- Vuelve a intentarlo aunque fracases. De los errores aprendes ganando conocimientos que fortalecen tu inteligencia y que puedes aplicar posteriormente en las creaciones.