Esta es una lista de los mejores ejemplos de fábulas de autores como Esopo y La Fontaine que han dejado un gran legado con ellas.
Las 10 Mejores Fábulas con Moraleja
1
LA ZORRA Y LA CIGÜEÑA
La Fontaine
Una zorra muy astuta quiso jugarle una broma a la cigüeña, así que la invitó a comer a su casa y la cigüeña aceptó encantada y llegó puntualmente a la cita. Luego se pusieron a conversar.
La zorra preparó una sabrosa sopa, pero la sirvió en unos platos tan llanos que la pobre cigüeña no pudo tomar ni un sorbito de caldo con su puntiagudo pico. En cambio la zorra pudo tomar su sopa sin ningún problema gracias a su hocico corto.
-¿Qué pasa, cigüeña? –le preguntó la zorra a la cigüeña- ¿No te gusta la sopa?
-No es nada –dijo la cigüeña.
La zorra se rió a carcajadas y la cigüeña, dándose cuenta de que todo había sido una jugarreta de la zorra, se fue molesta pero disimulando.
Al otro día, la cigüeña quiso darle a tomar de su propia medicina a la zorra y entonces la invitó a comer a su casa. Esta llegó sin saber nada. La cigüeña preparó un guisado delicioso, pero lo sirvió en dos vasijas tan profundas que la zorra no pudo comer ni un puñado del delicioso guisado por su hocico tan corto, mientras que la cigüeña pudo comer toda su comida con su largo pico. La zorra se dio cuenta de que había caído en su propia broma y se marchó avergonzada.
MORALEJA: No les hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan.
2
EL PASTOR Y EL LOBO
Esopo
Había un pequeño pastor que estaba muy aburrido con su trabajo cuidando ovejas y no sabía cómo matar el tiempo mientras las ovejas descansaban. Él sabía que debía cuidarlas muy bien del peligroso lobo y esto le dio una idea muy alocada. Se puso a gritar con todas sus fuerzas:
-¡Auxilio! ¡El lobo se come mis ovejas!
Los campesinos oyeron sus gritos y enseguida fueron corriendo a ayudar al niño. Cuando llegaron, este les dijo en tono burlón:
-No había ningún lobo, los engañé.
Y así fueron pasando los días y el chiquillo seguía haciendo la misma broma y los muy tontos campesinos corrían para auxiliarlo encontrándose con la misma mentira.
Pero un día sucedió que apareció un enorme lobo dispuesto a atacar el rebaño de ovejas. El pastorcito llamó a gritos a los aldeanos, pero estos, como ya habían sido varias veces engañados por él, ya no le creyeron y el lobo se comió a las ovejas.
MORALEJA: Nunca digas mentiras porque puedes perder credibilidad con los demás.
3
LA CIGARRA Y LA HORMIGA
Jean de La Fontaine
Un caluroso verano, una cigarra muy ociosa no hacía más que cantar y divertirse todos los días. Un día vio que pasaba una hormiga cargando un pesado saco de trigo. La cigarra se burló de ella y le dijo:
-¿Por qué eres tan aburrida? En vez de divertirte estás trabajando como burra.
La hormiga, que todos los días veía a la cigarra divirtiéndose, le respondió:
-Estoy almacenando mis provisiones para el invierno. Tú deberías hacer lo mismo.
-Eso no me preocupa –le dijo la cigarra-. Tengo todo lo necesario para pasar una temporada contenta.
Y no dejó de divertirse.
Pero el invierno llegó y la cigarra no encontró comida en ningún lado. Estaba tan desesperada que fue a casa de la hormiga a pedirle algo para comer.
-¿Qué hiciste en todo el verano mientras yo trabajé como burra? –le preguntó la hormiga.
-Estuve cantando y jugando.
-Entonces, si cantaste y te divertiste en verano –resolvió la hormiga-, sigue haciéndolo en invierno.
Y le cerró la puerta en su cara.
MORALEJA: Primero se trabaja y luego se disfruta.
4
LA LIEBRE Y LA TORTUGA
Esopo
Érase una liebre muy presumida y con poca humildad que no dejaba de jactarse de correr más rápido que todos los animales del bosque. Hasta se burlaba de la tortuga por ser muchísimo más lenta que ella.
Un día la tortuga se cansó de que la liebre la molestara y la retó a una carrera:
-No seas estúpida –le dijo la liebre- ¿Cómo alguien tan lento como tú me va a retar a mí a una carrera?
-No me subestimes, liebre –le respondió la tortuga- que te puedes llevar una sorpresa.
Y llegó el día de la carrera. La liebre se sentía muy segura de poder ganarle a la tortuga. Corrió a gran velocidad dejando a la tortuga a varios metros de distancia.
La liebre se burló de la tortuga y se sintió tan segura de ganar que decidió ponerse a descansar bajo la sombra mientras se comía unas zanahorias. Luego se quedó dormida bajo el árbol. En cambio la tortuga continuó su carrera sin detenerse.
Y sucedió lo que la liebre ni se imaginaba. La tortuga llegó a la meta y todos le aplaudieron. La liebre se despertó y no pudo creer que había perdido.
MORALEJA: No te creas mejor que los demás porque no sabes en qué momento pueden superarse con esfuerzo.
5
EL LEÓN Y EL RATÓN
Esopo
Un león dormía plácidamente en la selva cuando paso por su lado un pequeño ratón y lo despertó. El león se puso furioso y lo agarró con sus garras. El ratoncito sin alterarse, le dijo:
-Suéltame. No sabes en qué momento me puedes necesitar.
El león se burló del ratoncito por su tamaño y lo soltó.
Unas horas después, el león quedó atrapado en las redes de unos cazadores y no se pudo zafar. El ratón decidió cumplir su promesa y ayudarlo. Entonces rompió la red con sus dientes y liberó al león quien quedó muy agradecido y aprendió a no desvalorizar a ningún ser.
MORALEJA: Todos los seres son importantes sin importar su tamaño o condición.
6
LAS RANITAS Y EL TRONCO TALLADO
La Fontaine
En un pantano vivían unas ranitas y en la orilla había un enorme tronco tallado al cual le tenían mucho miedo. A las ranitas les gustaba divertirse pero les asustaba mucho el tronco y les inspiraba mucho respeto. Ellas pensaban que podía ser un monumento de una tribu.
Un día cayó una terrible tormenta y el tronco cayó al agua y las ranitas se pudieron dar cuenta de que solo era un tronco tallado al que no debían temer. Riéndose de sus temores se pusieron a jugar saltando de él como si fuera un trampolín.
MORALEJA: No te asustes de las cosas solo por su apariencia.
7
LA HORMIGA Y LA PALOMA
La Fontaine
Una paloma vio cómo una hormiga caía en un arroyo y trataba en vano de llegar a la orilla. La paloma sintió pena y decidió ayudarla. Entonces dejó caer la hoja de un árbol junto a la hormiga y esta se aferró a ella y flotó hasta llegar a salvo a la orilla.
Otro día la hormiga vio que un cazador apuntaba a la paloma con una escopeta. La hormiga quiso devolverle el favor a la paloma y se metió dentro del zapato del cazador y lo picó de tal manera que falló el tiro por el dolor. Y así salvó a la paloma.
MORALEJA: Las buenas acciones siempre son devueltas.
8
EL LEÓN Y LA ZORRA
Esopo
Un león tenía las garras y los dientes tan gastados que ya le costaba conseguir alimentos. Entonces se le ocurrió hacerse el enfermo y avisó a todos los animales y se acostó a esperar su visita. Cuando estos llegaban, el león los devoraba de golpe.
La zorra, que era muy astuta, fue a visitar a león y le preguntó cordialmente cómo se encontraba de salud. El león le dijo que estaba muy enfermo y le pidió que entrara a la cueva un momento. Pero la zorra no entró y le dijo:
-Quisiera entrar, pero veo muchas huellas de los que entran a la cueva y ninguna de los que salen ¿Cómo es que tus visitantes encuentran la salida?
El león no le respondió, pero la zorra tampoco se quedó a esperar la respuesta y así se salvó de ser devorada.
MORALEJA: Aprende de los errores de los demás y evitarás consecuencias.
9
EL PERRO Y SU REFLEJO
Esopo
Un perro iba caminando muy hambriento de aquí para allá en busca de comida, hasta que un carnicero le dio un hueso. El perro siguió caminando con el hueso en su hocico y tuvo que cruzar un río. Cuando vio su reflejo, vio un perro que tenía un hueso más grande que el suyo. Furioso, trató de arrebatárselo pero cuando abrió la boca dejó caer su hueso en el río y se lo llevó la corriente. El perro se sintió muy triste por haber perdido su comida por perseguir solo un reflejo.
MORALEJA: La envidia te hace perder lo que tienes por no valorarlo.
10
LA ZORRA Y LAS UVAS
Esopo
Un caluroso día, la zorra estaba paseando por el bosque sedienta y encontró un racimo de hermosas uvas que colgaban de un árbol. La zorra se estiró para tratar de alcanzarlas pero no podía.
La zorra no quiso desistir y saltó lo más alto posible para alcanzar las uvas, pero todo fue en vano. Entonces se decepcionó y dijo:
-Después de todo, ya no me importan esas uvas verdes.
Y se fue muy molesta.
MORALEJA: Hay que estar conscientes de porqué no se consiguen las cosas.
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