Hablar de humillación es referirse a ese sentimiento negativo en que nuestra dignidad y amor propio es pisoteada, es decir, que nos hacen sentir que no valemos nada para el mundo y por lo tanto, no somos dignos de ser respetados ni admirados.
La humillación significa que burlen nuestra forma de ser y vulneren nuestros derecho a ser respetados, esto impacta negativamente en nuestra autoestima, además de causar una inestabilidad emocional más peligrosa de lo que imaginamos.
Así como ha sentimientos peligrosos que normalmente escuchamos y/o experimentamos como la rabia, la tristeza, la desolación, entre otros; la humillación también tiene efectos devastadores.
Sin embargo, debemos aclarar que la humillación no solo engloba un concepto único por el que nos debemos regir, de hecho hay situaciones que para una persona pueden resultar humillantes y para otras no, por ello decimos que no tiene una definición precisa.
Consecuencias de la humillación:
- Puede permanecer en nuestra conciencia por mucho tiempo, todo depende de que tan fuerte haya sido el daño o que tan profunda esté la herida sentimental.
- Perjudica la autoestima, nos hace sentir que no valemos nada y revertir este modo de vernos no es tarea fácil.
- Está comprobado científicamente que la humillación por generar en nuestro cerebro hiperactividad e intensidad, también es capaz de activar las zonas cerebrales relacionadas al dolor.
¿Dónde se manifiesta la humillación?
1. En la religión
La religión es un mecanismo fácil de ser víctima de la humillación, pues al pertenecer a un grupo religioso y vestirse, actuar y/o pensar de tal o cual manera, la gente tiende a juzgar, a señalar o a burlarse por esas características.
Las religiones tienen a señalar o a juzgar las creencias o modo de pensar de alguien, acto que también puede ser considerado como humillación y más si se exponen individuos al escarnio público.
2. En los sitios de trabajo:
Suele suceder que para algunos, por ejemplo, el que limpia no puede merecer el mismo trato que le gerente o el que preside la organización, este caso es evidentemente una humillación, debido a que queda evidentemente demostrado que la otra persona no es digna de respeto.
3. Ideología
Sucede mucho hoy en día que por su ideología una persona es señalada juzgada y humillada con una rabia intensa.
La ideología se refiere a una creencia política, cultural o histórica y se puede apreciar cuando una persona pertenece a un partido político contrario a otra y por esa razón busca mil y una maneras de perjudicarla, hacerle daño y privarla de cualquier derecho que esta se merezca.
4. En la sexualidad
Las creencias, gustos o preferencias sexuales también son objetos de largas humillaciones, por ejemplo personas del mismo sexo que mantienen una relación amorosa tienen a ser objetos de humillaciones, sobre todo si el lugar donde se desenvuelven son reacios a tales pensamientos.
En estos casos las personas no son respetadas, al contrario, son fuertemente irrespetadas y por tener una conducta sexual que no es a la acostumbrada son puestos en ridículo e inclusive si el caso es muy intenso pueden llegar a ser agredidos.
El que humilla y el que es humillado
La humillación engloba a dos tipos de personas:
El que humilla:
Aquel que tiene como propósito lastimar y herir a la otra persona, sin saber que tiene una autoestima por el piso.
Al no conocer lo que es amor propio, piensa que tiene toda la autoridad para violentar los buenos sentimientos de otro.
Por otra parte, está el caso de esas personas que no actúan así, pero que cuando tienen un día pesado pagan los platos rotos con el primero que se encuentren a fin de descargar su ira y frustración.
El que es humillado:
También conocida como la víctima. En este caso vamos a encontrarnos a aquellas que también por sus bajos niveles de autoestima se dejan pasar por encima, es decir, dejan ser irrespetados y no se sienten con la seguridad plena de defenderse.
Asimismo, también tenemos a aquellos que emocionalmente son estables y que hacen caso omiso a cualquier comentario molesto en su contra, por lo tanto, no hay palabras que lo puedan herir o maltratar.
Tips para superar la Humillación
- Conócete y valórate: Que no te importen lo que piensen los demás de ti.
- Quiérete: Date el valor que debes, ve tus aptitudes y lo bueno que eres para muchas cosas.
- Actitud positiva: Ante la vida ten actitud positiva, no dejes que venga cualquiera a hacerte sentir mal, eres más de lo que piensas.
- ¡Defiéndete!: Fija posición de lo que piensas, no calles, da tu punto de vista y por ende date a respetar.
- Olvida lo que te hace daño: No te quedes en “lo que me dijo” o “lo que me paso” supéralo y no dejes que nadie te haga daño con sus comentarios molestos.