Generosidad: Definición y Significado

La generosidad, es conocida como el valor que surge desde la personalidad propia para poder ayudar a los demás, sin contar con una pizca de interés o esperar algo a cambio.

¿Qué es la Generosidad?

Este término proviene del latín “generositātis, generosĭtas” y su significado refiere a la cualidad de un individuo de carácter noble, distinguido e ilustre.

Hoy en día, la generosidad forma parte importante de los rasgos que tiene la personalidad de un ser humano, los cuales, están basados (en su mayoría) en pro de ayuda hacia las demás personas. Cabe a destacar que, cuando se aplica este concepto, se debe de hacer de manera honesta.

Del mismo modo, la generosidad se encuentra vinculada con la solidaridad, nobleza y filantropía. Pero, lo contrario de esta elemental virtud es el egoísmo, la avaricia y también, la tacañería.

A través de la generosidad, nos damos cuenta sobre las necesidades que tienen otros. Por eso, con esta cualidad, no buscamos brillar por cuenta propia, ni mucho menos sobresalir o ser admirados de forma interesada por los demás. Simplemente, la generosidad es dar sin obtener nada a cambio.

De cierto modo, se puede decir que, la generosidad es la piedad de un espíritu lleno de nobleza, es dar algo cuando realmente te sobra. También, está reflejado al tiempo que otorgamos cuando una persona lo requiere aún si ésta no lo solicita. Básicamente, este distinguido concepto goza de la felicidad ajena cuando se responsabiliza de ella.

¿Cuál es el valor de la Generosidad?

Es importante mencionar que, la generosidad no sólo consiste en brindar o compartir algunos bienes materiales, sino que además se comprende como ofrecer ayuda ¡Sin interés de por medio!

Por lo general, esta cualidad en el entorno de las relaciones sociales se considera como un aspecto de bondad que surge entre las personas, conjuntamente acompañado de empatía y la solidaridad entre las personas.

Normalmente, la generosidad varía dependiendo de la personalidad de cada persona y se encuentra influida en gran escala por el entorno social y también, cultural.

Tal y como es el caso de algunos lugares donde se pueden considerar un simple de acto de educación y de cortesía, sin embargo, en otras  se muestra como un gesto de generosidad enorme.

Igualmente, la generosidad mantiene unas limitaciones que no se encuentran aún bien precisados. De hecho, en algunas oportunidades la exuberancia de generosidad puede generar situaciones de molestia. Asimismo, se puede dar casos de injusticia cuando un individuo puede tratar de beneficiarse o mejor dicho aprovecharse de la generosidad que puede tener una persona.

Por otra parte, el valor que tiene hoy en día la generosidad, se encuentra acoplada al concepto de asertividad. Debido a que, un individuo puede aplicar su libertad y desistir a todos sus derechos, sin dejar de ser asertivo.

La Generosidad dentro de la sociedad

Actualmente, la generosidad a nivel social es una de las virtudes más valoradas y con mayor reconocimiento. En ocasiones y con frecuencia, se certifica que un individuo generoso recibe algo a cambio (algún reconocimiento, gratitud o material).

No obstante, el concepto básico de generosidad perdería su valor absoluto si éste estuviese motivado por una vanidad personal o interés oculto.

Lo opuesto a la generosidad, es el egoísmo, cuya actitud se basa en el beneficio propio. Comúnmente, esta incompatibilidad de conceptos no siempre resulta cierta.

Ya que, ser generoso causa una complacencia personal y por ende, se trata de una conducta “egoísta”. Pero, cabe a destacar que, no se trata de un egoísmo del beneficio, sino de la gratificación propia que puede tener una persona generosa.

¿Cómo es una persona Generosa?

Para conocer una persona generosa, deberás primero aprender varias características particular que tienen estos nobles individuos. Por suerte, a continuación te nombraremos las más comunes.

  1. Una persona generosa, le encanta compartir lo que tiene. Además, sus movimientos están impulsados por la empatía para cubrir las necesidades de los demás. Como resultado, se convierte en una persona completamente solidaria, dispuesta a brindar su tiempo y energía en los más vulnerables.
  2. El generoso, no se deja llevar por la tacañería con el dinero, tampoco tiene inconvenientes al momento de convidar a las personas que se encuentra a su alrededor.
  3. Del mismo modo, es un ser hospitalario y desprendido. Por eso, la generosidad obedece a un impulso interno que puede ser de condición moral (considerando que posee la obligación moral para asistir a los demás)

Además, se puede tener origen religioso, ya que, todas las religiones amparan a los demás como ejemplo de comportamiento más humano).

Sin duda, comportarse generoso con otra persona, nos dará la satisfacción automática de haber prestado una colaboración, auxiliar a alguien, hacer un favor, en fin, ayudar a otro individuo. Debemos de recordar que, las acciones de generosidad, se realizan de manera interesada, es decir, sin pretensión de recibir nada a cambio.

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