Se puede adaptar a distintos contextos, pero, en general, su definición remite a un hecho de obligatoriedad. En las siguientes líneas, responderemos qué es imperativo, y las acepciones según las cuales puede comprenderse.
En varias ocasiones, habrás escuchado frases como: “Es imperativo que esta situación se resuelva”, o “Debo resolver un imperativo cuanto antes”, o también, “Su problema es que es muy imperativo”.
Quizás, en muchas de estas ocasiones, entendiste el contexto del asunto sin tener del todo clara la definición de este término. Por ello, buscaremos disipar toda duda sobre dicho concepto.
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¿Qué es imperativo? ¡Todas sus acepciones!
No dejemos ningún espacio en blanco, y comencemos a definir qué es imperativo recurriendo a su origen etimológico. La palabra imperativo proviene del latín imperativus, lo que sirve para ordenar y mandar. Ahora bien, el término se puede adaptar a distintos contextos, según sea su función lingüística.
En algunos casos funge de adjetivo, y sirve para calificar a la persona que gobierna, manda, somete o da órdenes. En otros, actúa como sustantivo, y se refiere a una exigencia, responsabilidad, o deber inexcusable.
No obstante, hay una acepción también muy importante, como lo es el imperativo moral. Este último, hace referencia a la obligación que una persona se impone a sí misma, en asuntos varios de la vida.
De hecho, la ética kantiana es quien lo sugiere, definiéndolo, específicamente, como el imperativo categórico; a saber, el mandamiento autónomo y autosuficiente capaz de regular el comportamiento de una persona.
Igualmente, Kant, también estableció el concepto de imperativo hipotético; un principio instrumental según el cual si queremos un fin, habrá de suponerse que también queremos los medios para ese fin.
Imperativos Kantianos ¿En qué se distinguen?
Como su importancia no es poca, en el siguiente apartado se explicará en qué consisten los conocidos imperativos kantianos y cuáles son sus diferencias.
1. Imperativo categórico
Se refiere a la obligación autoimpuesta por una persona al momento de actuar en distintas circunstancias de la vida.
En esencia, este tipo de imperativo le dice a un individuo que actúe bajo la idea de que sus acciones sean máximas, capaces de convertirse en leyes universales. Es decir, que si estafa, asesina, engaña, perdona o ama, esto pueda convertirse en un mandato universal.
De este modo, el imperativo categórico se basa en tres pilares fundamentales:
- Primero, actuar humanamente tanto para sí como para el resto, y siempre teniendo claro un propósito.
- Segundo, obrar intentando que la acción pueda convertirse, como ya mencionamos, en una máxima universal.
- Y, tercero, el ser humano debe considerarse un legislador en el mundo de los fines universales, al momento de llevar a cabo sus acciones.
2. Imperativo hipotético
Es un principio de racionalidad práctica, en tanto nos dice cómo actuar racionalmente, y en consecuencia, cómo elegir los medios para llevar a cabo nuestros fines.
Sin embargo, se diferencia del anterior, en que este sólo sugiere la mejor acción, la más coherente, para un fin previsto; mientras que, el categórico, afirma la necesidad de que esa acción sea buena.
Un ejemplo de este es, cuando alguien desea aprender a bailar, la exigencia es que se disponga a tomar los medios necesarios para ese fin: inscribirse en clases de baile, o buscar quien le enseñe; de lo contrario, actuaría de forma irracional.
¿Qué es imperativo legal?
En este ámbito, una acción específica es una obligación, legalmente establecida, cuyo incumplimiento tiene ciertas repercusiones jurídicas.