El sufrimiento es definido como el sentimiento que experimenta una persona al padecer un dolor o una angustia incontrolable, algo que va más allá de lo que imaginamos.
Este término significa infelicidad, cansancio físico y mental, frustración y ansiedad incontrolable consciente o inconscientemente.
Aunque el sufrimiento puede ser visto de distintas formas en este artículo nos vamos a enfocar en el sufrimiento emocional, ese que ha sido discusión en muchos escenarios del mundo.
Origen del Sufrimiento
Su origen es indeterminado, pues muchas veces en nuestras vidas hemos pasado por experiencias desagradables y/o situaciones o eventos que nos han generado un trauma generando así el sufrimiento emocional.
Esas situaciones a las que consideramos terribles y que nos hacen pensar que nunca más saldremos de ellas son las que nos ocasionan este tipo de sentimientos, que además, nos hace creer que estamos tocando fondo y que más nunca saldremos de dicho aprieto.
En tal sentido, podemos decir que el sufrimiento emocional nace a raíz de situaciones negativas que causan un inmenso dolor en nuestras emociones y nos pretenden hundir en un mar de tristeza, pesar, dolor y mucha angustia.
Un dato particular
El sufrimiento emocional no es tangible, es decir no es como el sufrimiento físico el cual representa un dolor que se ve y se siente.
Este tipo de dolor es subjetivo y por lo tanto no puede verse ni tocarse, es un dolor que ataca la parte emocional y psicológica de los seres humanos y que es hasta mucho más peligroso que el físico, pues este en algún momento se cura pero el sufrimiento emocional sino se le pone un parado puede causar daños irreparables.
¿Ventajas?
Si, aunque no lo creas pasar por el sufrimiento tiene ventajas puntuales, aunque no es una larga lista si tiene ciertos beneficios que a continuación te explicamos.
Sabiduría:
Sufrir nos hace ganar sabiduría, nos permite ver la realidad de lo que realmente sucede y por ende cuestionar nuestro modo de vivir aumentando las posibilidades de corregirlo y encaminarlo.
Las situaciones fáciles siempre van a cumplir con un mismo patrón, nos aportaran alegría y felicidad, en cambio los momentos difíciles nos enseñarán a no cometer los mismos errores, a reflexionar y a detenernos un minuto para evaluar que estamos haciendo bien y que no.
Resistencia:
Cuando sufrimos por algo nos vemos en aprietos, sin embargo, nos volvemos resistentes a lo que ya nos ha hecho daño, es decir, nuestra capacidad para superar los obstáculos se eleva y nos ayuda a no tropezar dos veces con la misma piedra.
Muchas veces para ganar fortaleza tenemos que sufrir y aprender de la vida.
Compasión:
Quienes han sufrido por algo se sienten identificados con alguien que también está pasando por lo mismo, por ende, desarrollan la característica de la compasión, ponerse en el lugar del otro y tenderle la mano.
Se trata de escuchar sin juzgar, simplemente tratar de ayudar mientras este a tu alcance.
Respeto por la realidad:
El sufrimiento te hace ver las cosas tal como son, quienes son los que te apoyan en los momentos más difíciles y quienes te dan la espalda, agarrando respeto por la realidad y aceptando lo que está a tus ojos.
¿Cómo superar el sufrimiento?
A pesar de que tenga ciertas ventajas, el sufrimiento no es un sentimiento agradable para nadie, pues esas mismas ventajas pueden ser obtenidas por otras vías que no impliquen sufrir.
Por ello, queremos orientarte como superar este trago amargo que tanto te agobia y puede llegar a destruir con tu vida y tu estabilidad emocional.
1. ¡Reconócelo!
Para poder superar ese dolor tan profundo es necesario reconocerlo.
Es evidente que muchas veces reconocerlo te puede parecer que tengas que verte como una persona débil o incapaz, déjame decirte que esos son prejuicios de la sociedad que exige y demanda de los demás actitudes especificas olvidándose que cada quien tiene su personalidad, actitudes y aptitudes.
De modo que, reconocer el sufrimiento a tiempo puede advertirnos sobre algo que no marcha de la manera correcta, enfrentar la realidad siempre será ventajosa si se quieren superar las dificultades.
2. Trabaja la compasión
No seas tan duro contigo mismo, aunque algo no marche como desees no tienes por qué juzgarte ni señalarte como si se tratase de un caso de vida o muerte.
Date la oportunidad de equivocarte y enmendar tus errores, trátate con amabilidad y cariño, veras como te comenzaras a sentir mejor emocionalmente.
3. Busca el motivo por el que sufres
Analiza internamente que es lo que tanto te causa dolor e identifícalo, quizás tienes la solución en tus manos.
4. Valora a quien te rodea
Dale valor y agradece a quienes te apoyan en esos momentos difíciles en donde el sufrimiento pareciera apoderarse de ti, se agradecido con quien te da la mano en el momento en que nadie más volteó aunque sea a mirarte.