Cuando hablamos de virtud nos referimos a la carácter humano de aquellas personas que actúan pensando siempre en hacer bien a los demás y por ende caminan por la senda correcta de la vida.
Muchos la consideran como una cualidad moral que poseen los seres humanos, sin embargo, este término también puede ser usado para referirse a la fuerza, vigor o valor que tiene alguien en ciertos momentos.
Proviene del latín “virtus” que significa “varón u hombre”, por ello además se le relaciona con lo masculino y la fuerza, según pensamientos remotos.
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Tipos de Virtudes
Las virtudes guían parte de nuestras acciones siempre y cuando pongamos esfuerzo para que estas se plasmen en los hechos, pero debemos aprender a conocerlas a fin de actuar bajo las buenas acciones que estas persiguen.
a. Virtudes Humanas
– Justicia: Tiene que ver con el profundo deseo de dar a los demás lo que es debido, lo que les toca y corresponde.
Quien posee de esta virtud siempre busca que sus acciones estén ligadas a la justicia y le incomoda cuando sucede todo lo contrario.
Ser justo en la vida significa no juzgar ni señalar a nadie, no decir mentiras y ayudar a alguien cuando más lo necesite, no hacerle a los demás lo que no nos gusta que nos hagan, en fin, la justicia es una virtud que no todo el mundo posee.
– Prudencia: Es estudiar cada hecho que nos sucede y decidir qué actitud tomar, siempre y cuando esta la consideremos como la más beneficiosa.
Se trata de tomar una decisión que no nos perjudique ni le haga daño a quienes nos rodean (amigos, familiares, conocidos).
Esta virtud es ideal porque nos permite tomar decisiones acertadas, ningún ser humano es perfecto pero siendo prudente con nuestras acciones llevaremos una vida más tranquila, serena y ajustada a nuestras necesidades.
Una persona prudente es alguien sabio que sabe lo que busca y por lo tanto actúa conforme a darle cumplimiento a sus sueños.
Templanza: Es la virtud que nos garantiza moderar y equilibrar los sentimientos y placeres, a su vez nos permite controlar todos los hábitos creados al momento de quererlos usar en exceso.
Hablamos de comer, tener vida sexual, comprar, gastar dinero, entre otras actividades que de no tener templanza las realizaríamos sin control alguno y esto nos puede perjudicar enormemente.
Fortaleza: Significa tener firmeza y constancia en los momentos más duros de la vida, esos aprietos de los que pensamos que no vamos a salir.
Es una fuerza que generalmente la vemos florecer cuando estamos en eventos difíciles, cultivarla nos permitirá ser fuertes y no dejarnos dominar en numerosas situaciones.
b. Virtudes Religiosas:
Por si no lo sabias las personas también deberíamos, en teoría, contar con virtudes religiosas que vamos cultivando y posteriormente desarrollando a medida que pasan los años y dependiendo de nuestras raíces culturales y/o familiares.
Esperanza: Nos ayuda a ser optimistas y verle el lado a positivo a todo lo que nos pueda suceder, es el sentimiento que nos hace salir adelante aunque sintamos que nos estamos quedando sin fuerzas.
Es como una salida al final del túnel.
Fe: Es el impulso que nos hace creer en Dios o un ser supremo, dependiendo de cada religión.
Esta virtud tiene que cultivarse y trabajarse constantemente para depositarla en ese ser supremo, para hablar con ese alguien que no podemos ver pero que está en nuestros corazones.
En el momento que sintamos debilidad o tengamos preguntas sobre Dios sin hallar las respuestas es porque la estamos perdiendo y por lo tanto debe ser renovada.
Caridad: Esta virtud nos permite amar a Dios por sobre todas las cosas y amar a nuestro prójimo tanto como nos amamos a nosotros mismos, por ello nos hace respetarlos y asistirlos en los momentos en que más nos necesitan.
Otras Virtudes a considerar
Las virtudes mencionadas en párrafos anteriores no son todas pero si las conocidas a nivel psicológico.
Sin embargo, veamos cuales otras podríamos considerar
- Generosidad: Asistir a quien lo necesita en el momento indicado
- Alegría: Son ese tipo de personas que apenas se te acercan te transmiten tranquilidad y energías positivas, esos que te impulsan a verle el lado positivo a todo.
- Empatía: Es ponerse en el lugar del otro, como dicen popularmente “ponerse en sus zapatos” a fin de entender lo que siente y las razones de su actitud.
- Autocontrol: Es la virtud que nos permite controlar nuestras emociones para poder convivir en sociedad, este tipo de personas sabe cuáles son sus emociones y por qué se comporta de alguna manera.
- Perdón: Cerramos nuestro articulo con esta última pero no menos importante, es aceptar los errores propios o de otros para no acumular rabias y/o tristezas en nuestra conciencia, una virtud que sin duda alguna no es muy común en estos tiempos.