Agresividad: ¿Qué es y qué Significa?

Es un conjunto de actitudes manifestadas por los seres humanos que en términos de la psicología, denota violencia y actitud contra una persona o un conjunto de personas.

Existen muchas contradicciones en cuanto a la agresividad pues se dice que todos los seres humanos tenemos esta cualidad en mayor o menor medida, pero se acentúa más en unas personas que en otras según sean sus experiencias de vida.

De manera entonces que todos somos producto de conductas aprendidas que van despertando en nuestro ser cierto instinto compulsivo que puede ser expresado a través de palabras, gestos, movimientos y tono de voz.

La intensidad con la que se expresa la agresividad es muy personal y se relaciona con las experiencias anteriores y su aprendizaje, de manera que ciertas circunstancias pueden desencadenar mayores conductas de agresividad en algunas personas en relación a otras.

La Agresividad

Se ha determinado que los trastornos de personalidad e incluso algunos de tipo psiquiátricos, se expresan con conductas agresivas inicialmente y pudieran ser el primer signo manifestado por una enfermedad psiquiátrica en desarrollo.

Desde el punto de vista científico la agresividad también se ha relacionado con el instinto sexual y la territorialidad que eventualmente es adoptado de la misma forma por la psicología.

Tipos de Agresividad

Existen diversas maneras en las que la agresividad se manifiesta, pero en resumidas cuentas la actitud de la persona agresiva viene dada por conductas que resultan ser ofensivas, provocativas y faltan el respeto a la persona afectada.

Dentro de los tipos de agresividad tenemos:

1. Agresividad facial

Es aquella expresada a través de gestos que transmiten ira, descontento y desprecio hacia las personas.

2. Agresividad física

Es el tipo de agresividad que implica el uso de la fuerza física a través de golpes, empujones, patadas e incluso el uso de armas que pueden atentar contra la vida de la persona afectada.

3. Agresividad Verbal

Es la agresividad que se expresa a través de palabras, bien sea ofensivas hacia el afectado o mediante un lenguaje que implica malas palabras, ira, frustración e incluso insultos. Suele ser una de las más evidentes.

4. Agresividad sexual

Es la más temida en mujeres y niños y se relaciona con actos de violación de tipo sexual en donde generalmente suele haber un trastorno psiquiátrico de base por parte del agresor con severas secuelas psicológicas en la persona afectada.

5. Agresividad indirecta

Se refiere a actos de violencia generalmente a objetos de personas con la que se pretende tener conductas agresivas sin necesidad de que haya daño directo sobre la víctima.

¿Cómo reconocer a una persona Agresiva?

Usualmente este tipo de personas tiene un lenguaje corporal que transmite violencia, por lo tanto ante el más mínimo evento que les haga tener una reacción, su conducta será elevar el tono de voz, malestar, incomodidad e ira.

Además son personas irritables, intolerantes, rebeldes y déspotas que muestran rechazo a las opiniones ajenas, lo que provoca incomodidad total y sensación de desprecio hacia la victima de la agresión.

Con facilidad una persona agresiva suele amenazar, insultar, intimidar a cualquier otra sin la más mínima  consideración y en especial mostrar poco respeto a las necesidades de los demás.

De manera que ciertas situaciones cotidianas como intentar pagar el estacionamiento, resulta ser un evento frustrante para el agresivo que termina por mostrar desprecio y elevar el tono de voz frente al trabajador en cuestión.

La Agresividad en la Actualidad

Hemos visto que los adolescentes de nuestra época cada vez muestran ser más agresivos, con alto grado de rebeldía que pudiera estar en relación con la libertad tan exagerada que hoy en día se ha impuesto por los padres.

El alcance que nuestros adolescentes tienen a las redes sociales, los hace tener mayor acceso a diversas circunstancias tanto como un adulto, permitiéndoles ser más críticos y objetivos y sentir que están en capacidad de tomar sus propias decisiones.

Los múltiples videojuegos relacionados con armas, hace que se envuelvan tanto en ellos que son capaces de sentir la necesidad de forma temprana, de portar armas y de estar muy de cerca con la muerte incluso pudiendo llegar a retarla.

Esto lo podemos notar evaluando los atentados que a nivel mundial se han realizado y que han ocurrido a manos de adolescentes y jóvenes, lo cual debe hacernos reflexionar en cuanto al tipo de educación que impartimos a nuestros hijos.

También se ha incrementado el número de familias que se ven afectadas por violencia bien sea por parte de los padres o por alguno de sus hijos en etapas vulnerables.

La violencia intrafamiliar termina siendo una conducta cotidiana que será tomada por los más pequeños de la familia y será manifestada en las aulas escolares o peor aún, en los hogares que a largo plazo estos jóvenes formarán.

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