Los celos se pueden describir como una sensación de amenaza a perder algo.
Es una emoción presente desde muy temprano en la infancia, si bien es normal y esperable, al desbordarse se puede cruzar el umbral de la patología.
Los celos pueden despertar una serie de experiencias emocionales que pueden resultar abrumadoras.
Sensaciones de abandono, inseguridad, humillación, frustración, rabia, tristeza; son entre otras, la montaña rusa afectiva por la que una persona celosa puede estar atravesando.
Aunque muchos se empeñen en negarlos, lo cierto es que todas la personas sentimos celos, en menor o mayor medida.
Los celos han sido históricamente asociados a conflictos y problemas en parejas, incluso con resultados fatales, de allí quizás la tendencia a preferir ocultarlos.
Sin embargo, pretender que no existen no va a hacer que desaparezcan, por el contrario, sus síntomas pueden tornarse más complejos y exteriorizarse de una manera menos saludable.
Origen de los celos
Los celos en el amor surgen cuando existe una sospecha, temor o incluso certeza de que esa persona querida tenga sentimientos románticos hacia un tercero.
Esta información, real o imaginaria, causa un gran malestar psicológico, que al no controlarse pueden exacerbar otras emociones como inseguridad, culpa, ira, frustración, entre otros.
Aún así, los celos constituyen una emoción natural del ser humano, y realmente no son un indicador del nivel de seguridad o confianza que pueda existir en una pareja, es una vivencia personal.
La forma cómo los experimentamos va a depender de muchos factores, como la circunstancia en las que aparecen, nuestras características personales y las experiencias previas que hemos tenido.
Otro elemento importante es el de las creencias. Algunas personas consideran que siempre que exista amor deben estar presentes los celos.
Ciertamente, el amor antecede a los celos, es decir, se cela a alguien que se quiere y que se teme perder.
Ahora bien, la manera como se expresan o se viven es muy particular e individual, por lo que emitir un juicio al respecto sobre si es adecuado o no la forma como manifiesta sus celos sería absurdo.
Tan solo cuando estamos frente a una muestra patológica, la llamada celotipia, sería entonces apropiado hacer el llamado de alerta pues se ha cruzado la línea de la normalidad.
Celotipia o celos patológicos
Cómo se ha mencionado anteriormente, los celos son una de las emociones innatas del ser humano e inevitablemente todos los hemos experimentado alguna vez.
Ahora bien, ¿cómo saber cuándo se trata de celos patológicos?, revisemos a continuación, algunas de sus características:
- Pensamientos irracionales o recurrentes: las emociones nacen en los pensamientos, en este caso es posible que la idea de una infidelidad por parte de la pareja sea constante.
- Temor: existe un gran temor a perder la pareja, generalmente ocurre en personas que se tornan excesivamente dependientes de su pareja.
- Tendencia posesiva: continúa revisión o supervisión de la pareja, chequeo de horarios, rutinas y elementos personales como correos, llamadas, mensajes, entre otros.
- Excesivo estado de alerta: actitud perspicaz, continua sospecha de cada acto o persona con la que se relaciona la pareja.
- Agresiones: pueden presentarse de diferentes formas como verbales, emocionales, psicológicas o físicas. Tienden a usar el chantaje y la manipulación así como el exceso de control sobre su pareja.
¿Qué hacer si siento Celos?
Si bien los celos pueden surgir de manera espontánea, lo que se busca controlar es la manera como reaccionamos ante esa emoción.
Recordemos que son una emoción natural y no podemos evitar que aparezcan.
El primer paso es reconocerlos, evitar caer en la trampa de negar lo que se está sintiendo, de esta manera se podrán tomar medidas al respecto.
Puedes conversarlo con tu pareja directamente, o con alguien que puedas confiar evita comentar tus ideas con personas que no realicen aportes constructivos.
Lo ideal sería apoyarte en un profesional que puede brindarte una asesoría adecuada en este sentido.
Si tiendes a ser una persona reactiva, procura alejarte cuando se presente una situación que active tus celos, de manera que puedas evitar conflictos con tu pareja.
Retírate, respira, procura poner tu mente en calma antes de actuar de forma impulsiva.
Evalúa tu historia de vida y haz un esfuerzo por identificar cuál puede ser el origen de los celos.
Si se trata de experiencias previas negativas recuerda que cada persona es diferente y no tiene por qué repetirse la misma situación.
Evalúa sobre cuál base están fundados tus celos, si son ideas, comentarios de terceros o evidencias reales de infidelidad.
La comunicación asertiva es vital en una relación de pareja, procura aclarar los malentendidos, enviando mensajes claros y coherentes con tu actitud.
Los celos pueden resultar muy negativos para tu relación, si quieres mantener un vínculo de pareja saludable toma el control de tus celos y no permitas que ellos te controlen.