La asertividad se refiere a un estilo de comunicación en el que se busca transmitir un mensaje de manera directa y clara, puede implicar la expresión de un sentimiento u opinión, sin agredir a otras personas.
Los seres humanos tenemos una naturaleza social, por lo que la forma cómo nos relacionamos con los otros tiene una gran importancia y un impacto directo en nuestro estilo de vida.
Ser asertivos puede aprenderse inclusive desde tempranas edades siendo una habilidad muy valiosa en lo niños como herramienta preventiva ante diversas situaciones así como para lograr establecer vínculos de mejor calidad.
¿Qué es el Comportamiento Asertivo?
Mantener un comportamiento asertivo abarca demostrar una serie de conductas, no solo se trata de dar un mensaje verbal directo y claro sino que además debe estar acompañado de acciones coherentes con este mensaje.
Por ejemplo, si se está expresando molestia por una situación en el trabajo hacia un compañero, mientras se está cabizbajo sin contacto visual y con un tono de voz muy bajo, es posible que el mensaje se distorsione.
El lenguaje corporal o no verbal debe estar acorde a lo que se quiere transmitir, como una forma de reforzar y dar mayor claridad con respecto a la información que se busca transmitir.
Mantener un comportamiento asertivo no significa cambiar nuestra personalidad, tampoco ceder ante las imposiciones de terceros para evitar conflictos.
Se refiere a poder hacer uso de una habilidad para resolver un problema o afrontar una situación de la mejor manera posible a través de la comunicación.
Las emociones forman parte de nuestras vidas y puede ser natural sentir ansiedad, molestia, frustración o tristeza por ejemplo.
Cuando identificamos estas emociones en nosotros y podemos darnos cuenta como pudieran estar afectando la forma de relacionarnos con los demás, es la oportunidad de desplegar conductas asertivas para resolver la situación desde su origen.
Conductas Asertivas ante Emociones Negativas
Al identificar una de estas emociones todos deberíamos sentirnos seguros de expresarlas de una manera adecuada que no implique hacer daño en ningún nivel a otra persona.
Expresar cómo nos sentimos puede no solo ayudarnos como ejercicio catártico para evitar la acumulación de estos sentimientos, lo que pudiera ocasionar que perdamos el control.
Sino que además podemos ayudar a la otra persona haciendo una retroalimentación de cómo sus acciones nos pudieran estar haciendo sentir, dándole la oportunidad de corregir tal comportamiento.
Sin embargo, pueden existir personas que no acepten con facilidad estas críticas y tomarlo como una agresión aun cuando se haga un esfuerzo por expresarlas de forma respetuosa.
Esto no debe desanimarnos, es posible que algunas personas requieran más tiempo para procesar la información e incorporarla, aun así mantén firme tu posición y se perseverante en el mensaje.
Lo ideal es que expreses tu idea de forma concreta y directa, sin dar muchos argumentos o vuelta al asunto, evitando acusaciones.
Igualmente tener en cuenta que el llamado de atención es hacia una conducta en particular, no hacia la persona.
Por ejemplo, en lugar de señalar a alguien de impuntual, puedes indicar cómo te hace sentir su conducta de llegar tarde.
Así mismo, al expresar tus ideas debes hacer un espacio para escuchar también el punto de vista de la otra persona.
Evitar los Conflictos es imposible
En todos los contextos en los cuales nos desenvolvemos es muy probable que tengamos puntos de vista diferentes con otros o situaciones que nos lleguen a incomodar.
Lo importante es hacerle frente a la situación desde el momento que logramos identificarla, pues acumular las molestias hará más difícil el poder expresarlas de forma asertiva.