Las emociones son algo de lo que muchas personas suelen hablar, pero en realidad, ¿saben a lo que se refieren cuando se refieren a ellas? Existe una gran variedad de emociones, es por eso que el concepto es bastante extenso y complicado de manejar en términos sencillos.
En este artículo vamos a revisar cual es el significado exacto del término emoción, además de ver cómo estas pueden influir en la calidad de vida de las personas, y la importancia que tiene el hecho de saber controlar las emociones para evitar que sean estas las que terminen por dominarnos a nosotros.
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¿Qué es exactamente una Emoción?
Una emoción se puede entender como una respuesta psicológica que ofrece un individuo ante un estímulo determinado, y tomando en cuenta que existen una variedad inconmensurable de estímulos a los cuales estamos expuestos los seres humanos, la cantidad de emociones que sentimos es bastante extensa también.
Una emoción puede estar motivada tanto por un estímulo real o imaginario, lo único que cuenta es que para el sujeto sea algo significativo; por ejemplo, cuando una persona presenta celos demasiado intensos es capaz de imaginar una serie de escenarios ficticios, que le generan emociones desagradables, aunque no sean situaciones reales.
Podemos decir entonces, que las emociones son el resultado de un proceso de racionalización sofisticado que muchas veces ocurre de manera inconsciente en la mente de los seres humanos. Somos la única especie con las estructuras cerebrales necesarias para ser capaces de procesar nuestras emociones de manera significativa.
Las demás especies únicamente están limitadas a actuar por instinto, en base muchas veces a conductas aprendidas mediante un proceso de condicionamiento. El hecho de poder darle sentido a aquello que sentimos nos permite a los seres humanos expresar nuestras emociones de manera única.
¿Cómo las emociones afectan nuestra vida?
En función de lo que hemos visto hasta este punto, resulta bastante claro entender que una emoción desencadenada por un estímulo desagradable para el sujeto le genera un sentimiento de malestar, mientras que las emociones que son motivadas por circunstancias agradables hacen que la persona se muestre a gusto respecto a lo que siente.
Por naturaleza siempre vamos a buscar sentirnos lo mejor posible, así que a pesar de no darnos cuenta vivimos la vida en busca de emociones agradables para nosotros, que nos ayuden a experimentar la gratificación que resulta de conseguir estímulos agradables.
Pero nada en la vida es color de rosas constantemente, y así como nos podemos encontrar con estímulos más placenteros del mundo, también podemos conseguirnos con cosas que nos hagan sentir tristes, malhumorados, enojados, entre otra cantidad de emociones negativas que existen.
En resumen, las emociones pueden afectar de manera significativa nuestras vidas, siempre dependiendo de la manera en la que interpretamos los estímulos que nos vamos encontrando por el camino. Esto quiere decir que aunque una circunstancia sea desagradable a simple vista podríamos sacar algo positivo de ella y sentirnos bien por eso.
¿Por qué es importante controlar las Emociones?
En la medida que seamos capaces de controlar nuestras propias emociones podremos evitarnos conflictos en nuestra vida cotidiana, y por consiguiente, nuestra calidad de vida mejorará de forma significativa. Aquellos sujetos que presentan una inteligencia emocional elevada demuestran tener un mayor grado de manejo en situaciones difíciles de afrontar.
Entonces, podemos establecer que cuando comenzamos a adquirir las destrezas emocionales para reconocer y canalizar nuestras emociones muchas de las circunstancias que pudieran resultar adversas se vuelven menos complejas y somos capaces de conseguir un aprendizaje significativo de ellas sin tener que pasar por un episodio de frustración.
A parte de esto, las emociones interfieren de manera directa en nuestras relaciones interpersonales; si conseguimos mejorar nuestro nivel de comprensión emocional propio, vamos a conseguir tener mejor calidad en cuanto a las relaciones que establecemos con las demás personas de nuestro entorno social.
Por ejemplo, el hecho de reconocer el hecho de que cierta persona de nuestro entorno nos resulta molesto, nos permite ver qué es lo que nos resulta desagradable de esta persona y comenzar a trabajar en superar esta situación, o simplemente nos ayuda a no prestarle demasiada atención para evitar vernos incomodados al respecto.
Existen tres emociones básicas que debemos manejar para poder entender las demás, que se derivan de estas; alegría, tristeza, y enojo. En principio lo que debemos hacer es reconocer cuando estamos sintiendo una de esas emociones, y poco a poco nuestra compresión se irá haciendo más amplia respecto al lenguaje emocional.
La psicología nos habla de que la personalidad se comienza a forjar en la infancia, es por ello que sería prudente iniciar a los jóvenes en la inteligencia emocional educándolos para que puedan entender mejor sus propias emociones, y las de los demás.
El estado de ánimo que tenemos a diario depende mucho de la manera en la cual nuestro pensamiento maneja las emociones complejas que presentamos, por ejemplo, el miedo. El cual representa una mezcla entre varias emociones; cuando tenemos miedo nos podemos encontrar tristes, confundidos, y a la vez, podemos estar enojados.