Es bien sabido, que los seres humanos generalmente comparten cantidades enormes de información, la cual en una forma habitual se acompañan de una serie de emociones y gesticulaciones, que suelen ser expresadas con un lenguaje más corporal.
Ahora bien, expresiones verbales y no verbales son las herramientas de transmisión comunicativa empleadas por el hombre, con el fin de hacerse entender lo más precisamente posible. Sin embargo, la comprensión del otro, no solo depende de quien se expresa, también estriba de un receptor capaz de leer a quién se comunica.
En este sentido, la capacidad de percibir de manera muy específica lo que el otro expresa, junto a la habilidad de comprender sus emociones, sensaciones y sentimientos mediante el reconocimiento, favorece la conexión emocional entre dos o más individuos. Generando de esta forma, un proceso empático capaz de fortalecer las relaciones personales.
Por consiguiente, la empatía juega un papel protagónico en los procesos de sociabilización humana, ya que, siendo la capacidad de captar e interpretar adecuadamente las emociones y pensamientos de otros, sin efectuar criticas y establecer prejuicios favorece la cercanía relacional.
Dicho de otra forma, el precepto anterior afirma que, es beneficioso vincularnos con otros, inmersos en la belleza de la coincidencia, el acompañamiento y la compresión. Pero con el sumo cuidado, de no cruzar la fina línea, entre la individualidad y el criterio emocional propio.
Por otra parte, múltiples postulados se han desarrollado sobre la empatía, siendo este un tema de gran interés para psicólogos. Ya que, facilita la aproximación cercana a la conciencia y mundo interno del otro, despertando sentimientos de altruismo y colaboración, mediante la percepción emocional.
Igualmente, el uso de la empatía promueve también el despertar de los valores asociados a la solidaridad, la compasión, el compromiso y el apoyo hacia otros individuos. Generando sujetos más simpáticos y condescendientes con el entorno.
Beneficios de Usar la Empatía
La empatía es una herramienta muy poderosa, y en concordancia con lo anteriormente expuesto, es importante destacar que todos los seres humanos poseen niveles empáticos, que a su vez producen grandes beneficios en la vida de quienes la practican habitualmente, algunos de estos pueden ser:
- Fortalecimiento de las capacidades biológicas perceptivas, mediante la práctica de la atención y la escucha activa.
- Desarrollo de actitudes de liderazgo y colaboración, ocasionando un mejor desempeño en prácticas grupales de diversas índoles.
- Mejoramiento de la propia comprensión emocional, permitiendo el perfeccionamiento y control de la misma.
- Establecimiento de conexiones emocionales más sanas y estables.
- Procesos comunicativos más asertivos y agradables.
Tipos de Empatía
Desde la primera vez que el termino empatía fue utilizado por la psicología en el siglo XX, su uso se ha vuelto común en diversas ramas científicas. Proliferando una serie de categorías y teorías que permiten clasificarla además de describir sus componentes.
En este sentido, Eisemberg y Strayer en 1992 establecieron cuatro tipos de empatía. Así mismo, es importante resaltar que, dichas definiciones se enriquecieron en el año 2008 gracias a los aportes significativos de Fernández Pinto precisando lo siguiente:
La empatía cognitiva:
la misma es considerada el primer elemento en aparecer dentro del proceso empático, se caracteriza por la adopción de la perspectiva cognitiva del otro. Dicho de otra forma, es la capacidad de predecir el comportamiento de las personas, gracias a los estados mentales independientes, asociados a las creencias, deseos e intenciones.
La empatía afectiva:
dentro de esta categorización empática los sentimientos vicarios juegan un papel de suma importancia, puesto que estos, evocan experiencias emocionales positivas o negativas, que pueden generar connotaciones experienciales cargadas de altruismo, compasión, angustia y aversión, dependiendo de la reactividad emocional del sujeto.
La empatía participativa:
Nace a través de la sintonización del otro y en la práctica de los valores de solidaridad. Lo anterior con la salvedad, de no incorporar ningún tipo de emociones en este proceso, por lo cual es entendida como simpatía o falsa empatía.
La unión empática:
El proceso empático puede generarse gracias a los factores disposicionales, puesto que algunas circunstancias caracterizadas por experiencias compartidas, pueden inducir el entendimiento emocional e interno del sujeto.
En comunión con lo anteriormente expuesto, los individuos con vivencias emocionales semejantes, cargadas con coincidencias previas de aprendizajes emocionales, participan en el proceso denominado unión empática. Posibilitando más rápidamente las conexiones personales y la comprensión del otro.
Finalmente, es propio afirmar, que reactivamente, la empatía es la contestación emocional a los eventos contingentes de otros seres humanos. Así como también, una predisposición comportamental frente a distintas circunstancias emotivas experimentadas diariamente.