¿Qué es la frustración?
Seguramente has escuchado este término en numerosas oportunidades, “el alumno esta frustrado” o “¿viste su cara de frustración? Pero ¿sabes realmente a que se refiere esta palabra?
La frustración es una respuesta emocional que tenemos los seres humanos cuando tenemos un deseo por cumplir, alguna necesidad o tarea en específica y no podemos satisfacerla.
Representa ira y decepción, es decir, contempla un espacio que no hemos llenado y en el cual mientras mayor sea la dificultad más crece este sentimiento de ansiedad y enojo.
Evidentemente este es un aspecto que va engranado con la vida humana; es decir, es algo natural o normal experimentarlo pero que debe ser tratado y controlado para que no pueda causar daños en nuestra estabilidad emocional.
¿Cuál debería ser mi reacción ante un deseo frustrado?
El manejo adecuado de la frustración demanda una actitud que pueda trabajarse desarrollarse y por lo tanto mejorarse debido a que la misma es un estado transitorio y reversible.
Por lo tanto, es factor crucial es que el individuo enfoque sus esfuerzos en la aceptación del sentimiento externo (el hecho ocurrido) y el interno (el sentimiento emocional).
¿Es instinto del ser humano?
Este sentimiento es catalogado por psicólogos y expertos en el tema como una respuesta instintiva, lo que quiere decir que es una reacción natural que da visibilidad a un estado de ánimo desagradable para la persona que lo experimenta al momento de no cumplir con la ejecución de sus objetivos.
Según el grado de frustración, las emociones de una persona pueden variar, de tal forma que puede comenzar a generar afectaciones cognoscitivas. Existen casos que los afectados pueden llegar a padecer de alteraciones en su memoria y percepción.
Ten en cuenta que:
Así como otros sentimientos, la frustración debe ser controlada y manejada de manera más llevadera, que el individuo esté en la capacidad de dar la cara ante las dificultades o vicisitudes que se le presenten a diario.
De tal forma, y al haber explicado en párrafos anteriores que éste es un estado transitorio, podemos decir que el mismo no dice realmente quienes somos y que somos capaces de hacer.
Explorar esta situación no es sinónimo de derrota o fracaso, es por eso que ser tolerantes en estos casos generara un proceso de aprendizaje de las situaciones que quizás con el tiempo nos saquen una sonrisa; “te acuerdas aquel día que me sentí frustrado/a por no tener el resultado que esperaba”.
El hecho de no tolerar la frustración puede estar relacionado con:
- Incapacidad de la persona al momento de soportar una determinada molestia que conlleva a afrontar las situaciones complejas de la cotidianidad.
- La persona pretende controlar cada situación de su vida y el hecho de no mantener ese control se convierte en un sentimiento frustrante y de desánimo.
- Padece de una distorsión en su percepción sobre las vivencias diarias, simplemente se limita a verle el lado negativo a cada situación.
Un dato curioso es que las personas que son capaces de manejar la frustración también controlan el estrés, esto es el resultado de ver en cualquier situación compleja una oportunidad de salir adelante, obteniendo soluciones claras y una satisfacción instantánea.
Características de las personas frustradas
Generalmente las personas que no son capaces de tolerar estas emociones que van engranadas con la depresión tienen características y actitudes específicas:
- Tienden a pensar de forma radical, por ejemplo “la casa es azul o verde”, no hay un punto intermedio.
- Son impulsivos, impacientes y exigentes, por lo tanto se desmotivan fácilmente ante cualquier dificultad que se les presente.
- Consideran que el mundo gira a su alrededor y que ameritan toda la atención que exigen, de forma tal que cualquier limite les parece injusto y les cuesta entender el por qué no le sale todo como quieren.
- Pretenden que sus necesidades sean satisfechas de forma rápida e inmediata, al enfrentar la espera de algo estos reaccionan de forma agresiva que pueden contener ataques de ira.
Consejos para superar la Frustración
Entendiendo que esta emoción debe ser manejada y controlada para enfrentar los retos de la vida, te damos algunos consejos para manejarla:
1.- Controla los impulsos negativos:
Estos pueden llegar a ser nocivos para las metas que se plantea un individuo.
Si tiendes a sufrir de este tipo de impulsos recuerda las consecuencias negativas que esto ha causado a tu cotidianidad y conviértelo en fortaleza para aprender a no tomar decisiones apresuradas.
2.- Se consciente
De los daños que genera la frustración, analízalos y conviértelos en aprendizajes.
3.- Ten en cuenta
Que los deseos no son necesidades que exigentemente requieren una respuesta inmediata.
La frustración es derivada por reacciones aprendidas desde nuestra infancia, la misma te puede llegar a causar daños emocionales y al mismo tiempo puedes afectar –con tu actitud- a las personas que te rodean.
Con esta lectura queremos que analices y veas la vida desde otra perspectiva, todo tiene solución y tu comportamiento positivo te dará mejores resultados.