¿Qué es la Inteligencia Emocional?

En la actualidad la inteligencia no solo se puede ver de manera unilateral, debido a que existen muchas formas de resolver los diferentes problemas que se presentan en la vida, bajo el cristal de las diferentes aristas, tal es el caso de la inteligencia emocional, la cual se basa en una serie de componentes emotivos que posee el individuo y que lo hacen tomar decisiones basadas en criterios que elevan coeficiente intelectual.

“Más allá de resolver diversos conflictos, la inteligencia emocional, ayuda a desarrollar ciertos patrones de convivencia social, laboral y familiar, convirtiéndose en un estilo de vida, se ha llegado a decir, que es tan antigua como la inteligencia racional”.

Pero pocos han podido apreciar de manera asertiva, cómo es que dependiendo a las circunstancias, se puede responder a las necesidades impuestas, a las incertidumbres o los hechos, porque casi siempre se hace de modo automático.

Ciertamente el que comprende rápidamente, que posee la habilidad de resolver los conflictos con inteligencia emocional, es capaz de llegar más allá de las simples circunstancias y pasar ese umbral del piloto automático a convertirse en un ser empoderado y brillar entre sus congéneres.

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

Definimos la Inteligencia Emocional como la capacidad o habilidad que tiene una persona para dominar y manejar sus sentimientos en la resolución intrínseca de los problemas y circunstancias ambientales que se le presentan, para encontrar un estado de normalidad y equilibrio personal y grupal, sumado a su nivel de experiencia sobre un tema específico.

Veamos por parte éste gran rompecabezas, por un lado, La Inteligencia, permite descubrir esos caminos a seguir, basados en la habilidad consciente intelectual, que se tiene para la resolución de cualquier conflicto.

La Inteligencia
La Inteligencia Emocional nos ayuda a mejorar como personas y resolver problemas.

Damos por sentado que éstas respuestas, permiten crear estados de evolución y progreso, lo que derivará en la sensación de satisfacción, estabilidad y alcance de objetivos.

Es por esta razón que podemos diferenciar múltiples tipos de inteligencias, de acuerdo con la capacidad para reunir, retener, procesar y elaborar un esquema que conduzca a una solución, que permita dar una respuesta que satisfaga las necesidades impuestas en determinado momento.

Por lo que ha de inferirse que la consecución de las respuestas, permitirán desarrollar paz interior, tranquilidad, estabilidad, armonía y no lo contrario.

Por otro lado, es en éste punto, en que la Emoción juega un papel imprescindible, para todos los casos contar con un estado de estabilidad emocional permite encontrar respuestas más agradables para las diferentes circunstancias.

Si hacemos énfasis en la labor psico – fisiológica que establece la emoción, se darán respuestas desde lo emotivo, a las condiciones ambientales internas del ser humano, desencadenando una serie de sentimientos propios o ajenos y que se adapten a las variables ambientales impuestas.

En este sentido, el valor de lo emotivo se suma a las capacidades de dar respuestas certeras a problemas concretos,  siendo sin embargo un valor añadido que aporta sincronía con el estado de espiritualidad y sensatez de cada persona.

Sin embargo, la emotividad por sí sola no hace que respondamos a los problemas de manera correcta, por lo tanto debe existir un equilibrio perfecto entre inteligencia y emotividad, que hace que las respuestas sean para el bien de todos y aceptadas como eficaces para el desarrollo personal.

La Inteligencia Emocional permite desarrollar un método de respuestas más acordes y satisfactorias, ante las diferentes circunstancias que se presenten, permitiendo ampliar el rango de habilidades para la acción cotidiana del individuo.

Este tipo de inteligencia es una teoría surgida por el estudio del Psicólogo Daniel Goleman, el cual ha determinado el valor que tienen los sentimientos en la resolución de problemas, ya sean los sentimientos propios o ajenos.

La INTELIGENCIA EMOCIONAL ha ido tomando auge desde hace algunos años siendo aceptada por las escuelas de Psicología y diversos Coach motivadores, que han visto en este término una gran oportunidad de encontrar un balance entre los hechos fisiológicos y los hechos propios de la psiquis.

¿Cuáles son premisas de la Inteligencia Emocional?

Ciertamente, toda la base de éste estudio se centra en las CINCO PREMISAS BÁSICAS de la Inteligencia Emocional, de las cuales debe tener una persona para poseer los rasgos de base de esta teoría.

En primera instancia, es necesario que el individuo debe descubrir los sentimientos y emociones propios, en segundo lugar debe reconocer estos sentimientos y emociones, en tercer lugar debe saberlos manejar de manera correcta, como cuarto punto debe ser capaz con estos sentimientos crear una motivación propia y en quinto lugar debe saber gestionar las emociones personales en la búsqueda de los resultados más idóneos para un determinado problema.

¿Cuál es la base del desarrollo de la Inteligencia Emocional?

Manejando estos cinco pilares fundamentales podemos dar paso a la labor que realiza el desarrollo psicológico del ser humano, por lo tanto la Inteligencia Emocional, tiene su base en el tronco encefálico, el encargado de la regulación de las diversas funciones básicas del organismo.

El ser humano posee un centro de gestión de la emocionalidad, conocido como el neocórtex, que le permite descubrir, reconocer, manejar, gestionar y manipular los sentimientos.

De la misma manera, la amígdala cerebral y el hipocampo, son verdaderamente importantes a la hora de aportar Inteligencia Emocional, debido a los distintos neurotransmisores y segregaciones de sustancias químicas que estimulan el correcto funcionamiento de los sentimientos y el equilibrio emocional individual.

Ahora bien, un individuo que cuente con suficiente inteligencia emocional, se presenta equilibrado, armónico y vivas, capaz de encontrar resoluciones más creativas que sean capaces de reconocer en él y en los demás un estado de equilibrio y paz, que los conduzcan con una amplia aceptación de las diferentes circunstancias adaptándolas a su devenir cotidiano.

Aportes de la Inteligencia Emocional

Un valor muy importante es la generación de empatía, sin duda alguna es capaz de sobresalir no solo por su valor profesional, sino que también es un buen aliado para todos debido a que posee habilidades emocionales que lo llevan a desarrollar mayor resonancia con los otros.

Otro aporte importantísimo es la capacidad de motivación personal y grupal, por lo cual  son capaces de motivar a otros hacia la realización de las tareas, con alto grado de dificultad, haciendo que se imponga la emotividad, sensatez y equilibrio.

Su capacidad para ser feliz, no dependerá de otros o de cosas externas y con ello consiguen la automotivación para salir adelante pese a las circunstancias siendo capaces de encontrar en su interior las disposiciones y habilidades para determinar por sus propios medios, el progreso.

Aporta al individuo una estupenda capacidad de comunicación, debido a que son individuos emocionales y coherentes en sus discursos, su nivel para llegar a las masas es mucho mayor que otros individuos.

Se presentan como individuos con alto grado de autocontrol, su ímpetu motivacional, los lleva a controlar sus impulsos y sus estados de humor, con lo cual son capaces de soportar, manejar y tolerar con mayor destreza las críticas, transformándolas positivamente, sorteando las adversidades y contratiempos de manera optimista y coherente, lo que los hace muy tolerantes a la frustración y resilientes.

De la misma manera, la inteligencia emocional les impone un estado de positivismo, felicidad, una sensación única de que todo estará bien y vendrán las mejores oportunidades, es decir que realmente disfrutan más de paz interior, armonía y equilibrio.

Y por si fuera poco, gestionan adecuadamente las emociones y los estados de ánimo, llenándolos de equilibrio y buena disposición para realizar cualquier cometido que se les presente.

Sin duda alguna, la Inteligencia Emocional, permite que los individuos posean mejores relaciones interpersonales, haciendo individuos capaces de respetar las opiniones, haciendo de éstos mejores y más adaptados individuos para la sociedad, con excepcional capacidad para la tolerancia, habilidades para la resolución de problemas y gestión de sus emociones.

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