Dentro de la percepción humana de forma natural e instintiva, existe el plantearse metas e idea fijas que alcanzar en la vida.
Sin embargo, una forma distorsionada de este concepto es la obsesión, donde la persona adquiere una fijación inconsciente y en muchas ocasiones difícil de controlar sobre un pensamiento especifico. Llegando a crear un cuadro de ansiedad grave si no logra alcanzar dicha meta.
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¿Qué es la Obsesión?
En la actualidad, se conoce de forma muy clara cuáles son los principales trastornos que desencadena la obsesión, pero su definición suele ser muy variada. Aunque de forma amplia se puede considerar como:
“La perturbación persistente, incensaste e inconsciente de una idea, pensamiento o imagen en la mente del ser humano”
De esta manera, los pensamientos obsesivos suelen dominar la mente de la persona en un grado fuerte y van creando una seria de emociones nocivas para el que las padece. Pues, el individuo constantemente lucha por suprimir o ignorar estas ideas, sin llegar a una resolución efectiva.
Pero debe reconocerse que no todos los pensamientos suelen ser obsesivos, por ello para poder catalogar de forma acertada esta conducta de se deben cumplir parámetros como:
- Aparición de una idea o pensamiento concreto de forma recurrente y constante.
- Deben ser de carácter involuntario, fuerte e incontrolable.
Así, aunque la persona quiera dejar de lado estas ideas no podrá hacerlo e ira originando un círculo vicioso retroalimentado por la ansiedad, estrés y la preocupación.
Tipos de Obsesión
Existen una gran variedad de pensamientos obsesivos, y su finalidad puede ser tan diversificada como la cantidad de personas en el mundo.
Sin embargo, entre los tipos de obsesión más presentadas se encuentras las siguientes:
- Obsesión por el orden y la organización categorizada de los objetos y ambientes.
- Obsesiones orientadas a la forma de actuar y realizar acciones.
- Obsesión la limpieza y desinfección de los objetos, para evitar la aparición de patologías.
- Obsesiones sexuales y amorosas.
- Obsesiones basadas en los peligros que pueden ocurrir al realizar rutinas habituales como caminar.
- Obsesiones de índole intelectual.
Por ello, cada obsesión ira íntimamente ligada a la personalidad de la persona y el motivo que la origine.
Síntomas de la Obsesión
Cada individuo puede presentar algunos síntomas más acentuados que otros, y va ligado a su sistema de creencia y la forma en la que busque afrontar los pensamientos obsesivos.
Sin embargo, algo común para todos los individuos que los padecen en su gran esfuerzo por liberarse o modificar esa idea aferrada a su pensamiento, ya que las reconocen como algo extraño pero que habitualmente están fuera de su dominio.
Por ello, la obsesión de forma general ocasiona un cuadro caracterizado por:
- Actitudes de dominio ante otras personas o situaciones.
- Emociones fuertes de odio, rechazo, preocupación, angustia e inconformidad consigo mismo y con el resto el mundo.
- Fractura o debilitamiento de su autoestima e imagen personal.
- Relaciones negativas con otras personas.
Causas de la Obsesión
Aunque los detonantes para los pensamientos obsesivos pueden ser muchos, se maneja que su origen está dado por alguna emoción, suceso o evento de gran impacto para la persona.
Lo cual a su vez genera angustia y preocupación que va dando origen a pequeños focos de un pensamiento repetitivo y que perturba la forma consiente del pensamiento.
De esta manera, el individuo se vuelve vulnerable ante una situación similar y va creando pensamientos y actos repetitivos para evitar o erradicar la duda, amenaza o miedo latente.
Tratamiento de la Obsesión
Antes de intentar practicar y fomentar un tratamiento, es fundamental evaluar si realmente se tiene o no un pensamiento obsesivo y si este último se ha convertido en un trastorno psicológico de mayor relevancia, como lo es el trastorno obsesivo compulsivo o TOC.
Para ello, es recomendable realizar una autoevaluación y acudir a un especialista, que de forma objetiva y científica aborde el conflicto que la origina.
Además, se pueden implementar ciertas atenuantes para los pensamientos obsesivos, como lo son:
- Técnicas de relajación y concentración mental.
- Practicar un deporte de forma habitual, que evite o disminuya el estrés y la ansiedad.
- Evitar reprimir las ideas repetitivas, es mejor aprender a dejarlas fluir y que desaparezcan de manera natural.
- Identificar el foco de origen y trabajar en sanar ese aspecto.
Con la finalidad de mejorar y abandonar cualquier hábito enfermizo bien sea físico o mental que retroalimente la obsesión, y así obtener una mayor calidad de vida y salud mental óptima.