¿Qué es la pubertad?
Hablar de pubertad es hablar de cambios, es el inicio de la transformación, un proceso complejo donde no solo los aspectos físicos se modifican sino también los psicológicos y emocionales.
La niña comienza a notar como su cuerpo va tornándose diferente, sensaciones extrañas comienzan a invadir, comienzan pequeños dolores o molestias en ciertas partes de su cuerpo.
Aquella niña que quizás pasaba sus días jugando a parecerse a mamá, ahora se da cuenta como lentamente esa fantasía va convirtiéndose en realidad.
Algunas pueden sentir temor antes estos cambios, ansiedad o inclusive tristeza.
Otras viven con intensidad sus experiencias, las muñecas van quedando a un lado y de repente la moda y el maquillaje se vuelven protagonistas.
El varón no se queda atrás, aunque la niña suele adelantarse a estos cambios, el observa a lo lejos este proceso mientras se preguntará cuándo será su turno.
El día llega, la ropa comienza a hacerse cada vez más pequeña, su voz comienza a sonar extraña, y por alguna razón las niñas ya no le resultan tan molestas.
Los tiempos de este proceso son individuales, se han establecidos intervalos de edad como referencia, y los cambios son múltiples y se dan de forma paralela.
Pubertad: “El inicio del cambio”
La pubertad se encuentra en las primeras etapas de la adolescencia, se ha estimado su inicio en las niñas aproximadamente entre los 8 a los 13 años, mientras para los varones se estima entre los 9 y 15 años.
Es una etapa donde el crecimiento se acelera como nunca, solo durante el primer año de vida se experimentan cambios físicos tan rápidamente.
Estos cambios físicos se hacen notorios, pero al ser un intervalo tan amplio para desarrollarse, aun se puede ver como todavía algunos jovencitos mantienen su aspecto de niños mientras otros no.
Uno de los primeros signos en aparecer es el vello, al principio de un tipo muy fino y escaso que poco a poco va incrementándose.
Aparece especialmente en las axilas y el área del pubis, alrededor de los órganos genitales, en el caso de los varones es posible que comience a aparecer en el rostro.
La glándula pituitaria es en gran parte responsable de la revolución corporal durante la pubertad, ésta comienza a segregar hormonas que actúan sobre el cuerpo de niñas y niños de forma diferente.
En los varones la hormona llamada testosterona provoca los cambios físicos presentes en los hombres, además se comienza a producir semen en los testículos, preparando su cuerpo para la reproducción.
En las chicas las hormonas viajan hasta los ovarios provocando que éstos comiencen a segregar otra hormona llamada estrógeno.
En conjunto esta activación hormonal prepara el cuerpo para el embarazo en el futuro, siendo la evidencia la llegada de la menstruación.
El crecimiento se hace tan rápido que inclusive algunos niños han alcanzado un estiramiento de diez o más centímetros en un solo año.
El aumento del tamaño en el cuerpo puede provocar una sensación de torpeza, mientras los jovencitos se adaptan a su nuevo cuerpo.
El Cuerpo se Transforma
Además de los cambios señalados, el cuerpo de los niños y las niñas comienzan a transformarse proyectando una forma más parecida a su versión adulta.
En los varones los hombros comienzan a ensancharse, mientras los músculos pueden aumentar de tamaño y definirse con mayor notoriedad.
El tono de voz se modifica y comienza a hacerse más profunda, igualmente el tamaño del pene aumenta así como los testículos.
El cuerpo de la niña se torna más curvilíneo, las caderas se ensanchan, el espacio interior se acomoda para alojar un bebé en el futuro.
Los senos se desarrollan, y a pesar de que en ocasiones uno puede crecer más que el otro, tienden a emparejarse eventualmente.
Es posible que haya un mayor aumento de peso, esto es esperable y necesario por lo cual médicos especialistas recomiendan evitar dietas restrictivas durante este proceso.
Aproximadamente, luego de dos años de iniciarse el desarrollo de los senos puede aparecer la primera menstruación.
Uno de los aspectos menos agradables del proceso de transformación tiene que ver con el acné, especialmente cuando aparece en el rostro.
El acné se produce como consecuencia de la activación hormonal, y la mejor forma de evitarlo es manteniendo una piel limpia.
Otro aspecto que puede causar experiencias embarazosas tiene que ver con los nuevos olores corporales.
Es normal que debajo de las axilas y en otras partes del cuerpo comience a aparecer un olor bastante desagradable.
La sudoración se hace más intensa en esta etapa, el trabajo hormonal afecta las glándulas de la piel que comienza a producir una sustancia química con mal olor.
Nuevamente la clave está en la limpieza, tomar duchas diariamente y el uso de desodorantes adecuados evitará exponer al joven a malos ratos con sus compañeros.