Muchas veces se ha confundido la palabra bipolar con una tendencia a variar en el estado de ánimo, los gustos, intereses o decisiones.
Sin embargo, el trastorno bipolar va mucho más allá, es una enfermedad mental crónica que genera preocupación y angustia tanto en el paciente como en quienes le rodean.
El paciente bipolar sufre de un trastorno del estado de ánimo que le lleva a pasearse de un extremo a otro entre la manía y la depresión.
Además, en muchos casos hay presencia de síntomas psicóticos, como por ejemplo delirios, lo que agrava aún más la situación.
El Trastorno Bipolar
Una persona bipolar sufre de un trastorno del estado de ánimo en el que durante períodos de tiempo puede sentirse deprimido o eufórico, sin que haya una correlación con los eventos externos.
La depresión va a estar caracterizada por una disminución de energía, pensamientos negativos, extrema tristeza, sensación de fracaso e incluso ideas sobre la muerte.
En el lado maníaco, por el contrario, existe un exceso de energía, sobrevaloración de sí mismo, aumento del deseo sexual, pensamiento de ritmo acelerado con gran flujo de ideas.
Puede ocurrir que el paciente pase de un estado al otro de forma brusca, o puede haber un período de relativa estabilidad emocional entre ambos.
Es posible que haya detonantes externos que impulsen la sintomatología, o pudiese presentarse sin ninguna razón que lo justificara.
Tipos de Trastorno Bipolar
En general se describen tres tipos de trastornos bipolares, aunque muchos especialistas señalan una mayor variedad.
1. El Trastorno Bipolar Tipo I
se caracteriza por estados maníacos más intensos acompañados de síntomas psicóticos que llevan al paciente a requerir hospitalización.
Seguidamente al episodio maníaco, le siguen episodios depresivos o mixtos, en estos últimos se presentan síntomas tanto depresivos como maníacos.
2. El Trastorno Bipolar Tipo II
Está más inclinado hacia la depresión, y la hipomanía no se presenta con tanta intensidad por lo que muchas veces pasan desapercibidos.
3. La Ciclotimia
Es otra variante en la que se presentan cambios del estado de ánimo entre depresivo e hipomanía de baja intensidad, oscilando constantemente entre ambos.
Bipolaridad y Creatividad
Son muchas las personalidades del arte en sus diferentes expresiones que han manifestado trastorno bipolar por lo que es común en este medio.
Esto ha llevado a algunos a pensar que la creatividad y la bipolaridad van de la mano, lo cual no es necesariamente cierto.
Durante los episodios maníacos la energía es excesiva, las ideas se multiplican, el cuerpo se siente incansable y la confianza en sí mismo se agiganta.
La suma de todos estos elementos hace que la expresión artística aumente, el pintor pinta sin cesar, el músico compone con más facilidad o el escritor no para de un capítulo al otro.
Lo que sí es cierto, es que el arte puede ser un aliado en el proceso terapéutico del paciente bipolar siendo una vía saludable para expresar sus emociones.
Bipolaridad y Suicidio
Lamentablemente el porcentaje de pacientes con trastorno bipolar que termina con su propia vida es bastante elevado.
Esto hace a las personas bipolares muy vulnerables y son catalogadas como pacientes de riesgo en todo momento, por lo que no debe descuidarse su seguimiento.
El suicidio se presenta en la mayoría de los casos, cuando el paciente se muestra estable y con notoria mejoría, lo que confunde a quienes se encuentren a su alrededor.
Cuando el paciente está en una etapa depresiva, el nivel de energía es tan bajo que aun a pesar de sus ideas de muerte no logra concretar una acción suicida.
Al recuperarse, sus fuerzas retornan, y sus pensamientos de muerte permanecen, por lo que se hace más viable un intento exitoso de suicidio.
Viviendo con Trastorno Bipolar
Existen diversas comunidades terapéuticas y grupos de apoyo donde los pacientes bipolares pueden compartir sus experiencias en primera persona, alentándose unos a otros.
Vivir con trastorno bipolar y tener una calidad de vida es posible, siempre y cuando se mantenga un tratamiento adecuado y se combinan con otros elementos.
Muchos pacientes relatan la angustia que sienten ante la posibilidad de presentarse un episodio tanto maníaco como depresivo, especialmente el temor de perder el control.
Para los familiares y cuidadores tampoco es una tarea fácil, sin embargo, es importante que se reconozca el papel clave que juegan en su recuperación.
¿Qué hacer ante el Diagnóstico?
En primer lugar, es vital no sucumbir sino tomar las medidas necesarias, informarse, indagar con los expertos y no dejarse llevar por los prejuicios sociales.
Lo ideal es iniciar el tratamiento inmediatamente, una combinación de medicación con psicoterapia aunado a hábitos saludables y una disminución en las fuentes de estrés, resulta favorable.
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