Definir la sexualidad puede resultar todo un reto, ésta implica un área muy amplia de la vida de cada persona, aunque usualmente se le considera como solo un aspecto.
Muchas personas suelen relacionar el término sexualidad con el acto sexual directamente, si bien está involucrado o forma parte de alguna manera, no es a lo único que hace referencia este concepto.
La sexualidad es global pues forma parte de todos los seres humanos, independientemente de su edad, ubicación geográfica u otras características, todos somos seres sexuados.
≫≫≫ Índice de Contenido ≪≪≪
Definición de la Sexualidad
La sexualidad ha sido definida como la forma en la cual cada quien vive su propio sexo, implicando evidentemente que todos los seres humanos somos seres sexuados.
Es por lo tanto un aspecto muy amplio al asumir una percepción de la sexualidad desde la experiencia, ya que cada quien tendrá sus vivencias muy particulares.
La forma cómo se expresa la sexualidad va a depender de la etapa evolutiva en la cual se encuentre cada individuo.
Hablar de sexualidad como forma de expresión es una manera de abordar todos los elementos que la conforman como el sexo, la identidad, género, orientación sexual, reproducción, placer y erotismo.
Existen, por su parte, elementos en común a todas las personas, éstos han sido diferenciados en dimensiones de la sexualidad.
La primera sería la biológica, desde el momento mismo de la concepción ya nuestras células están sexualmente diferenciadas.
La segunda dimensión se refiere a la psicológica, aun cuando exista un género biológicamente determinado, la orientación sexual y su propia percepción de género es individual.
Finalmente, la tercera dimensión se refiere a la social, estos elementos estarían determinados por el afuera, lo que socialmente se define como relacionado a cada género.
Sexualidad y Salud Mental
Existe una fuerte relación entre la experiencia individual desde el punto de vista de la sexualidad, y la sensación de bienestar en general.
Es una función básica del ser humano y está presente a lo largo de toda la vida, si bien su manera de manifestarse es diferente de acuerdo a la edad.
Considerando que un aspecto importante de nuestra identidad está relacionado con el área sexual, se puede intuir que cualquier conflicto que se genere en este punto va a tener consecuencias en la salud mental.
Para alcanzar una vivencia saludable de la sexualidad es necesario en primer lugar sentirse satisfecho con el propio cuerpo y con uno mismo.
Esto no se mide por el grado de acercamiento a los estándares socialmente establecidos de belleza, se refiere a la aceptación y el autoconcepto que se mantenga.
Las personas que mantienen una sexualidad saludable son aquellas que se sienten cómodas con su cuerpo y orientación sexual, logrando además relacionarse con otras personas desde el respeto.
Además son capaces de disfrutar la expresión sexual desde su propio sistema de valores, sin hacer uso de la manipulación ni imponer a otros sus demandas personales.
No se presentan temores, vergüenzas o sentimientos de culpa cuando de disfrutar plenamente de su sexualidad se refiere.
El modo cómo se viva la sexualidad va a tener un efecto en el estado de ánimo, la sensación de satisfacción en general, y la autoestima.
Se habla así mismo de un tipo de autoestima sexual, esto no significa que la persona se sienta más hábil o no, sino su propia disposición para el disfrute del encuentro íntimo.
Funciones de la Sexualidad
Las funciones de la sexualidad son numerosas, como hemos mencionado la sexualidad está entrelazada con diferentes aspectos de nuestra vida.
Aun así, algunos autores han coincidido en delimitar tres funciones principales que tendría la sexualidad en la vida de cada persona.
1. Función reproductiva
El ejercicio de la sexualidad conlleva a la intimidad y el acto sexual entre una pareja, en el caso de las parejas heterosexuales esto permitiría la reproducción.
Esto no solo se trataría de la simple reproducción de la especie, conlleva una serie de implicaciones físicas, emocionales y psicológicas transformado completamente a quienes asumen un nuevo rol a través de la paternidad y maternidad.
El cambio en la vida de los futuros padres involucra desde actitudes, acciones, percepción de la vida, entre muchas otras.
2. Función erótico – placentera
El acto sexual no es solo impulsado por un instinto, existe una relación emocional y de disfrute en la intimidad y el contacto físico con otra persona.
Se presenta una elección consciente de separar el acto sexual de la reproducción y ejercerla desde una intención placentera que puede renovar la conexión tanto con el propio cuerpo como con la pareja.
3. Función comunicativa – afectiva
Dentro de la pareja los encuentros sexuales forman parte fundamental de la dinámica, esa intimidad compartida puede reforzar aún más los vínculos afectivos presentes. Es el espacio donde se expresan los sentimientos y la complicidad entre los amantes.