La resiliencia, consiste en la capacidad humana de sobrellevar, superar o adaptarse a cualquier escenario sea bueno o malo. Aquí se incluyen las actividades inusuales e inesperadas.
Muchos expertos puntualizan que la resiliencia es un factor que te permite volver a la normalidad en poco tiempo, paralelamente al acontecimiento.
Una persona resiliente es aquella que convierte los problemas en virtudes u oportunidades mediante decisiones asertivas o correctas. Por ejemplo, ante la muerte de un familiar.
¿Nacemos Siendo Resilientes?
La mayoría de las personas se hacen esta pregunta a la que respondemos que no. La resiliencia es una característica humana que se desarrolla con el tiempo.
Los psicólogos aseguran que depende de la experiencia, pues entre más golpes y lecciones se tenga, mayor nivel de resiliencia se tendrá en la personalidad del individuo.
Sabemos que este término es aplicado durante eventos desafortunados, por lo que el ser humano aprenderá a gestionar sus emociones para ir avanzando en positivo sin decaer.
Muchas personas confunden la resiliencia con el conformismo, siendo una equivocación gigantesca, pues el primer concepto solo busca manera de superar las cosas, pero se sigue adelante.
¿Qué es la Resiliencia?
La Real Academia Española (RAE) enfatiza que la resiliencia es definida como
“la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas”.
No obstante, también es válido afirmar que un gran porcentaje de estas personas no solo superan los obstáculos, sino que salen fortalecidas y con muchas lecciones geniales.
Por otro lado, ayuda a reestructurar o eliminar dogmas psicológicos que hacen de la persona un ser más integral y abierto.
También impulsa la capacidad de encontrar soluciones a corto y largo plazo para cualquier problema, y métodos efectivos para el crecimiento personal.
¿Cómo es una Persona Resiliente?
Si queremos ser una persona resiliente es vital tener en mente que es un atributo que se tiene que trabajar arduamente, pues nos ponemos a prueba en los escenarios más críticos.
Como ya hemos dicho, no existe una base genética que nos convierta en resiliente de la noche a la mañana, pero podemos ser de la siguiente manera:
1.Todo Puede Ser una Oportunidad
Recuérdalo siempre, la base de la Resiliencia es mentalizarse que todos los problemas grandes o pequeños pueden ser oportunidades para crecer y ser mejores.
También son lecciones y experiencias que nos pone la vida y que tenemos que sobrellevarla con la mejor sonrisa y lo mejor de sí.
Los resilientes son personas que ven mucho más allá, miran los aspectos positivos y lo convierten en cosas buenas. En la crisis, aprenden a adaptarse y desarrollan medios para vivir mejor con las limitantes que tienen.
2. Explota tus Potencialidades y Debilidades
Unas las características más comunes de los resilientes es que conocen sus limitaciones y fortalezas personas, pues son individuos que piensan que el autoconocimiento es la clave del éxito.
De hecho, enfatizan que es una herramienta fundamental para afrontar los obstáculos, pues al conocerse pueden gestionar soluciones efectivas y en menor tiempo.
También son de utilidad para la construcción de metas y objetivos en su vida, todo esto basado en un criterio lógico y personal.
3. Creatividad al 100%
Ser resilientes es sinónimo de ser creativo, pues ante los problemas, el individuo deberá comportarse de manera diferente y crear método especial para cada cosa.
Con esto quiero decir que las personas resilientes no se limitan a solo arreglar un pantalón desgastado, sino que le añaden detalles y elementos que lo hagan mejor a pesar de su condición.
La idea es convertir un problema o limitante en una oportunidad a la cual sacarle el mejor de los provechos.
4. Son Felices
Aunque suene un poco cliché, las personas con resiliencia siempre tienen sonrisas en su rostro o suelen reír ante los obstáculos.
La felicidad es un factor clave en este concepto, pues entre mayor sea el positivismo de las personas, mejores serán sus resultados, oportunidades y métodos.
Son personas que cultivan sus amistades y conexiones familiares, ya que mantienen un equilibrio perfecto en el interior. Viven con mayor plenitud.
5. Controlar Siempre las Emociones
Si hay que algo que caracteriza a un resiliente es su capacidad casi innata en controlar lo que siente, siendo una de los atributos más complicados.
Por ejemplo, nos encontramos en un funeral de un familiar, es normal sentir pena o dolor, pero los resilientes más allá de su escenario tratan de buscar motivos para justificar.
Algunos piensan que estará en un mejor lugar, por lo que su incomodidad se convierte en serenidad y compresión de que su tiempo en la tierra acabó.
6. Confianza en sí mismo
Esta es otra las características de un resiliente, la confianza es todo para culminar un proceso o crear un plan, y que este tenga éxito.
La confianza es muy importante porque mediante ella puede lograr mayor motivación para la conformación de sus metas.
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