Tal vez hemos escuchado sobre la fiebre amarilla, dengue, chikungunya, zika, paludismo, entre otras patologías febriles, entre las que destaca también la fiebre tifoidea.
El objetivo de esta publicación es conocer más a fondo sobre la fiebre tifoidea y sus aspectos relevantes de esta entidad infecciosa.
Para ello, te invitamos a tomar el tren que nos conduce hacia el conocimiento, abróchate el cinturón y disfruta del recorrido, sin obviar la palabra clave ¡Comencemos!
Definición y Causas de la Fiebre Tifoidea
Es un síndrome febril de etiología infecciosa, provocado por el agente bacteriano Salmonella typhi y algunas veces por su variante S. paratyphi.
Esta entidad bacteriana se ve con mayor frecuencia en países con pocas medidas higiénicos-sanitarias y en ocasiones (menor incidencia) afecta a los países desarrollados económicamente.
La Salmonella typhi es un germen de la familia de las Enterobacterias, lo que quiere decir que pertenecen a la flora intestinal de los seres vivos.
Es un bacilo gramnegativo, anaerobio y cuenta con 2 grupos y 7 subespecies. En esas dos subespecies podemos encontrar los agentes de la fiebre tifoidea que son la variante typhi y paratyphi.
También cabe destacar que el agente causal puede provocar una zoonosis, en la piel de animales marinos y terrestres como: tortugas, anfibios, peces, reptiles. También en insectos como moscas.
Ciclo Epidemiológico
El periodo de incubación de la enfermedad es de 3 a 21 días, con una media de 7-10 días.
El reservorio es netamente el ser humano, así como el portador de la enfermedad que puede evolucionar al carácter crónico, si la infección sobrepasa el año de aparición.
La vía de transmisión es la ingesta de agua contaminada y al tener contacto con alimentos infectados por el vector (moscas) que es el vehículo principal de la fiebre tifoidea o entérica.
Su periodo de transmisión es de aproximadamente 7 días y en los casos crónicos pueden sobrepasar el año, al expulsar por las excretas los bacilos entéricos que producen la infección.
Por su parte, el huésped susceptible es el ser humano, pero en especial los paciente con inmunodeficiencia, defectos gástricos como la ausencia del ácido clorhídrico y en personas con antecedentes previos (infrecuente).
Factores de Riesgo
Los factores de riesgo que pueden desencadenar este síndrome febril entérico, son exponencial si viven en una región endémica como en el Sudeste Asiático, el Caribe Americano y África Subsahariana.
Las personas que laboran en microbiología o laboratorio clínico donde se aisle el germen, contacto íntimo o cercano a un infectado, viajes recientes a dichos lugares y asilos, son susceptibles a la enfermedad.
También en la población donde no hay un sistema salubre en el tratado de agua potable, medidas higiénicas ante vectores y excretas, son vulnerables a la fiebre tifoidea.
Síntomas de la Fiebre Tifoidea
En esta entidad su principal síntoma es la fiebre que oscila entre 38ºC y puede alcanzar su pico máximo de 40ºC con el transcurrir de los días.
Otros síntomas acompañantes de la fiebre tifoidea son los siguientes: dolor de cabeza generalizado, dolor abdominal, tos improductiva, inapetencia, pérdida de peso, rash cutáneo, distensión abdominal y cansancio.
En los casos más graves y posterior a la enfermedad pueden aparecer ideas delirantes, alteración osteomuscular y el estatus tifoideo que la persona pareciera que estuviera muerto o agonizante.
Por otro lado, los síntomas puede aparecer en algunos casos documentados, posterior a los 15 días, después que la fiebre (síntoma inicial) haya cedido.
Complicaciones de la Fiebre Tifoidea
Entre las manifestaciones más graves de la enfermedad que derivan en serias complicaciones se puede mencionar las hemorragias intestinales, producto de la perforación en dichos orificios digestivos.
También están las enfermedades del tejido cardíaco y sus anexos como la miocarditis, pericarditis y endocarditis bacteriana.
Las complicaciones respiratorias son pocos frecuentes, pero de aparecer, se puede mencionar la neumonía y el derrame pleural.
Los trastornos mentales como ideas delirantes, psicopatía paranoide, alucinaciones auditivas y visuales se presentan en los casos más graves del estatus tifoideo.
Otras complicaciones que pueden presentarse son las infecciones urinarias bajas y altas, pancreatitis, meningitis bacteriana, aneurisma cerebral, y de no tratarse de manera oportuna, la muerte.
Recomendaciones
La prevención ante los sitios donde existe una endemia de esta enfermedad, es la premisa ante la aparición y propagación de la fiebre tifoidea.
Las medidas que se deben adoptar es el lavado de las manos, hervir el agua de consumo o ingerir agua mineral embotellada, lavar bien los frutas y vegetales, tomar alimentos calientes, entre otras.
En caso de sospecha de contagio, debes aplicar las medidas antes mencionada y en la manera posible no manipular alimentos ni agua, para evitar contagiar a personas que convivan contigo.
Si tuviste contacto con un familiar cercano o íntimo infectado, lo recomendable es que acudas a un centro de salud, para valoración paraclínica y evaluación médica especializada.
Recuerda que el médico es quien determina la terapéutica ante este síndrome febril entérico, por lo que, la automedicación no es una buena consejera.
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