La Salmonella es una bacteria perteneciente al grupo de bacilos gramnegativos incluidos dentro de la familia Enterobacteriaceae.
Ahora bien, esta bacteria abarca más de 2.500 serotipos distintos y a su vez se divide en Salmonella bongori y Salmonella entérica, por lo que su diagnóstico la mayoría de las veces, se hace mediante el cuadro clínico, pues su hallazgo en una prueba de heces puede ser dificultoso.
La bacteria Salmonella produce una serie de enfermedades que en conjunto se incluyen dentro de la Salmonelosis y su principal vía de transmisión es alimentaria, lo cual le hace ser muy transmisible especialmente en lugares públicos, afectando a grandes números de personas.
El principal lugar de afectación de la salmonella es el tracto gastrointestinal específicamente el intestino, pero también se ha demostrado que puede provocar alteración hepática, lo que genera síntomas similares a una hepatitis.
Para prevenir su infección, es importante tomar en cuenta ciertas medidas preventivas especialmente en niños y ancianos cuyo sistema inmunológico está un poco más deprimido.
Causas de la infección por Salmonella
Las causas de la infección por salmonella incluyen 3 aspectos fundamentalmente:
1. Ingestión de alimentos contaminados con Salmonella
Los principales alimentos que pueden contener a esta bacteria son los huevos, carne de res y de animales de corral así como la leche y otros derivados lácteos contaminados, cuando no atraviesan por procesos de cocción adecuados que puedan eliminar a la bacteria.
Se ha determinado que la bacteria puede desarrollarse en ambientes con temperaturas entre 5 a 45°C, de manera que sometiéndose a ebullición o congelación, es posible eliminarla y evitar su transmisión a través de los alimentos.
Por esa razón es importante evitar comer en lugares públicos en los que a simple vista se observen falta de medidas de higiene, así como los alimentos con evidente déficit de cocción.
Muchas personas por razones culturales consumen leche de vaca sin ser procesada industrialmente; es recomendable que este tipo de actos sean evitados o al menos sometan la leche a extensos procesos de cocción especialmente si será consumida por niños y ancianos.
2. Transmisión fecal oral
La transmisión fecal oral se refiere al contacto directo o indirecto de las heces contaminadas provenientes de una persona portadora de la Salmonella con una persona sana.
La manera en que esto ocurre es ante la falta del lavado de manos luego de evacuar por parte de la persona contagiada, quien puede preparar alimentos que serán consumidos por otros o alimentar directamente a un niño o anciano.
3. Transmisión por animales
La Salmonella es una bacteria que también se desarrolla en animales como las tortugas, perros, gatos y pájaros, y pueden transmitirla cuando defecan en las hortalizas de consumo humano que posteriormente no son lavadas adecuadamente.
Se trata de una bacteria ubicua que es capaz de afectar tanto a humanos como animales.
Síntomas de la infección por Salmonella
Los síntomas que produce la Salmonella son básicamente aquellos relacionados con una gastroenteritis como las náuseas, vómitos, diarrea (con sangre en casos severos), así como malestar general, dolor de cabeza y fiebre.
Todos estos síntomas se presentan de distinta intensidad en las personas y se relacionan con las condiciones físicas del afectado y la coexistencia de otras enfermedades crónicas como la diabetes mellitus y alteraciones cardiacas.
La severidad de esta infección está determinada por la intensidad de los vómitos y las diarreas que podrían provocar cuadros de deshidratación severa y necesidad de atención médica en un área hospitalaria.
Se han reportado algunos casos de Salmonella que afectan al hígado, causando ictericia similar a la hepatitis.