Tipos de Gripe

¿Conoces los tipos de gripe? unas de las infecciones que más atentan contra nuestro sistema respiratorio son las de etiología viral, entre las que se cuentan el catarro o resfriado común y la gripe, ambas tienen síntomas semejantes, pero son causadas por distintos agentes virales.

La gripe ataca a las áreas altas del aparato respiratorio y algunas veces puede complicarse y afectar a las porciones bajas o nuestros pulmones. De esta infección nos ocuparemos pero haciendo énfasis en los tipos de gripe y los agentes que lo producen.

Con lo anteriormente dicho, te hacemos una cordial invitación a un viaje rumbo al saber, ponte cómodo y toma asiento en las butacas de primera fila para disfrutar del recorrido, no sin antes decir la palabra clave ¡comencemos!

La Gripe como Infección

Antes de detallar su tipología, es menester conocer de qué trata esta patología y su causante.

La gripe es una infección de las vías superiores del sistema respiratorio, afectando a nariz, garganta, bronquios y en algunos casos mayores a los pulmones. Es causado por el virus de la influenza, aunque puede ser ocasionado por la parainfluenza y otros componentes víricos pero en menor proporción.

Ahora bien, partiendo de su definición y agente etiológico, te presentaremos a continuación los tipos de gripe y el virus partícipe de la misma. ¡Conócelas!

Tipos de Gripe y Características

1. Gripe Estacional

Es de evolución aguda, puede ser provocado por cualquiera de los subtipos virales de la influenza, es decir, A, B, C. Como su nombre lo indica es esporádica y aparece más a menudo en invierno o en los meses de diciembre hasta abril.

Su agente viral es perteneciente a la familia de los Orthomyxoviridae, la cual este grupo extenso de virus sufre mutaciones recurrentemente y su carácter antigénico es de variadas proporciones. 

Debido a tales modificaciones tanto en su ADN y ARN, estos virus se hacen potencialmente más fuertes y debido a su efecto, muchas veces no hay vacunas para contrarrestarlas, por consiguiente, provocar brotes epidémicos inclusive extenderse a pandemias, sobretodo los subtipos A y B (en menor escala).

Su período de incubación es de 24 horas hasta un tiempo máximo de 7 días. Su transmisibilidad o vía de contagio es de persona a persona, mediante las gotitas de saliva del enfermo que entra en contacto por las vías superiores del sistema respiratorio.

Los síntomas son: fiebre alta, tos seca y luego productiva, dolor de garganta y de cabeza, malestar general, síntomas digestivos, dolor muscular, pérdida del apetito, congestión nasal con su respectiva secreción, entre otros.

Su recuperación suele ser rápida, dependiendo de las condiciones internas de las personas, las recomendaciones seguidas y la terapéutica empleada. 

Las complicaciones pueden estar presentes solo sí hay condicionantes o factores de riesgo de enfermedades inmunológicas, respiratorias crónicas, ancianos, niños, personas no inmunizadas, entre otras.

2. Gripe Aviar 

Este es uno de los tipos de gripe, pertenecientes al subtipo A y su cepa corresponde a H5N1 del virus de la influenza. Esta infección afecta en gran medida a las aves (tanto silvestres como las domésticas o las de corral).

 Su vía de contagio es por contacto directo con el ave infectada y de persona a persona. Su período de incubación según la OMS (Organización Mundial de la Salud) es de 2 a 5 días, y en algunos casos puede extenderse a los 17 días. 

Los síntomas inician de 48 a 72 horas de haberse expuesto al contagio y son similares a los de la Gripe A (variante estacional). A su vez, las complicaciones son letales en pacientes con enfermedades previas, inmunodeprimidos y mayores de 65 años. 

El tratamiento se basa en los síntomas y en las estrictas medidas de control e higiénico-sanitarias para hacer frente a la enfermedad. 

Esta gripe ha sido protagonista de epidemias y pandemias en el mundo, una de las más conocidas fueron las acaecidas en Hong Kong en el año de 1997 y 2002. 

gripe
La gripe aunque no es una enfermedad mayor, debe cuidarse para que no promueva complicaciones en el organismo.

3. Gripe Porcina

Este tipo de infección respiratoria aguda constituye al igual que la aviar, una zoonosis (contagio de un animal al ser humano). El cerdo es su reservorio natural.

Su subtipo pertenece al grupo A y la cepa que la ocasiona es la H1N1, que como se describió previamente es de origen porcino. Algunos expertos la consideran como otro tipo de gripe estacional.

Su vía de propagación es por contacto con el animal infectado o de persona a persona. Mientras que su periodo de incubación es de un máximo de 15 días.

El cuadro clínico se caracteriza por fiebres altas, malestar en el cuerpo, dolores musculares, síntomas respiratorios y en raras ocasiones, trastornos digestivos.

Las complicaciones pueden deberse al organismo de cada individuo, teniendo como predilección a los que cuentan con un sistema de defensa o inmunológico bajo, enfermedades respiratorias crónicas, entre otras condiciones.

El tratamiento es basado en paliar los síntomas y la vigilancia epidemiológica correspondiente a este tipo de infección. 

Fue responsable de muertes y de las pandemias de 1919 (la cual se descubrió su origen la primera vez), y la más reciente entre 2009-2010.

4. Gripe Española de 1918

 Fue una terrible pandemia que azotó a nivel mundial entre 1918 (tuvo su pico de infección máximo en ese año) y 1920. 

Su agente causal fue la influenza A de la cepa H1N1, aunque algunos científicos mantuvieron discrepancias con la mencionada cepa y se la atribuyeron a la misma pero con otra modificación. Actualmente es objeto de controversia.

La vía de propagación es rápida y se debió al contacto directo entre personas infectadas, es decir, por medio de góticas de saliva al estornudar o toser y que viajaban a las partes superiores del sistema respiratorio.

Su periodo de incubación fue muy similar a la de sus homólogas familiares, alcanzando picos máximos de 20 días. 

El inicio de los síntomas era abruptos como: palidez grisácea en cara, fiebre muy altas, escalofríos, sudoraciones profusas, respiración agitada, pulso rápido (taquicardia) y pupilas dilatadas. 

Las complicaciones eran temibles y muy cortas, desde neumonía hasta dificultad respiratoria grave.

La terapéutica fue sintomática y el aislamiento (cuarentena) fue eficaz, pero debido a su propagación rápida, poco se pudo hacer en la cantidad de víctimas que dejó, además del impacto económico y social que presentó tras los embates de la I Guerra Mundial.

Las cifras de muertos fue de 100 millones de personas en dos años.

5. Otras Gripes

La gripe C, la parainfluenza, la gripe estomacal o gastroenteritis y la gripe D.


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