Las células de nuestro organismo cumplen funciones vitales cada segundo de nuestra existencia y para ello necesitan una serie de sustancias imprescindibles que permitan desarrollar procesos moleculares. Entre dichas sustancias se encuentran las vitaminas, como la vitamina E cuyo papel se relaciona en gran medida con procesos antioxidantes.
¿Qué es la vitamina E?
La vitamina E también llamada Tocoferol es una vitamina que pertenece al grupo de las vitaminas liposubles junto con las vitaminas A, D y K, lo que significa que tiene la capacidad de disolverse en grasa por lo que su almacenamiento se realiza en el tejido graso de nuestro organismo.
En vista de que la vitamina E se almacena en el tejido adiposo, existe una alta disponibilidad para nuestro organismo, especialmente en momentos en los que nuestro cuerpo amerite energía y no exista un aporte suficiente.
Además, la vitamina E se encuentra en ciertos alimentos como en la yema del huevo, vegetales verdes como espinaca, brócoli y espárragos, soja, cereales, maní, almendras y avellanas, pistacho, aceite de Oliva, semillas de girasol y aguacate, sin embargo, también puede ser obtenida a través de compuestos farmacológicos de vitamina E.
¿Para qué sirve la Vitamina E?
Uno de los efectos principales de todas las vitaminas, se relaciona con el efecto antioxidante que tienen en el organismo, lo que significa que protegen nuestras células del potencial efecto de los radicales libres los cuales pueden ser adquiridos a través de su consumo directo o por la exposición a sustancias químicas.
Entre otras funciones conocidas de la Vitamina E se pueden citar:
- Protegen y fortalecen nuestro sistema inmunológico el cual nos permite enfrentar cualquier proceso infeccioso que afecte nuestro organismo.
- Contribuye con el metabolismo de la vitamina K, otra vitamina liposoluble que actúa sobre la coagulación sanguínea por lo que indirectamente evita la formación de coágulos sanguíneos.
- Favorece la producción de glóbulos rojos que son las células que constituyen la sangre.
- Se está estudiando un posible efecto de la vitamina E sobre la fertilidad, pero aún no está totalmente comprobado.
- Previene la formación de placas de ateroma y con ello el desarrollo de infartos cerebrales, cardíacos y renales.
- Previene el desgaste muscular.
¿Qué causa la deficiencia de Vitamina E?
No es común que las personas presenten déficit de vitamina E, ya que como hemos citado, son muchos los alimentos que contienen esta vitamina por lo que adquirirla se hace bastante sencillo siempre y cuando se lleve a cabo una alimentación lo más completa y balanceada posible.
Sin embargo, en cierta población que no tiene acceso a condiciones de vida adecuada e higiénica, suelen padecer de déficit de vitaminas en general y cuando es acentuado, se afecta el metabolismo de la vitamina E lo cual se manifiesta con alteraciones neurológicas.
Entre las afectaciones neurológicas podemos citar:
- Sensación de cosquilleo, adormecimiento en miembros superiores e inferiores.
- Alteración en el equilibrio y coordinación.
- Debilidad generalizada.
- Daño en los nervios sensoriales.
- Alteración en la visión por daño en los nervios de la retina.
En vista de que la vitamina E contribuye con el metabolismo de la vitamina K, su déficit puede alterar dicho metabolismo, y manifestarse como procesos hemorrágicos, alteración en los tiempos de coagulación y aparición de hematomas en distintas partes del cuerpo.
Beneficios al consumir Vitamina E
Existen muchos beneficios que ya se han comprobado, entre los cuales podemos mencionar:
- Prevención del cáncer al contribuir a eliminar los radicales libres que ya se ha demostrado que tienen un papel fundamental en el desarrollo del cáncer (de vejiga, de pulmón, de hueso, etc)
- Favorecen una piel suave e hidratada al depositarse sobre el tejido subcutáneo compuesto por grasa.
- Previene el desarrollo de algunas enfermedades neurológicas como Enfermedad de Parkinson y la demencia.
- Disminuye enfermedades crónicas como la artritis reumatoide, enfermedades oculares y cardíacas.
- Mejora el rendimiento físico al aportar niveles importantes de energía.
- Favorece la cicatrización de heridas de gran tamaño.
- Mejora la apariencia de manchas provocadas por el sol, el embarazo, entre otros.
- Ejerce un efecto protector sobre las células germinativas masculinas, y de forma secundaria favorece la fertilidad masculina.
- Fortalece las paredes capilares del cuero cabelludo y, por ende, mejora el aspecto del cabello.